"Francia no será un país de campos de refugiados" señaló el presidente francés, François Hollande, el pasado 24 de septiembre cuando anunció el cierre definitivo de la "Jungla" de Calais, al norte de Francia.

Más de 12 mil policías desmantelaron el campamento de migrantes de Calais, donde residen más de seis mil personas refugiadas que esperaban cruzar al Reino Unido.
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Los funcionarios policiales lanzaron gases lacrimógenos contra los migrantes refugiados en la llamada "Jungla de Calais" donde viven más de 6.000 migrantes en una decena de hectáreas. Este campamento se formó al comienzo de 2015.


Las autoridades francesas desplegaron autobuses para repartir a los refugiados en 450 centros provisionales repartidos por todo el país. Pero buena parte de los más de 6.000 inmigrantes tiene como principal objetivo cruzar el Canal de la Mancha en busca de un futuro mejor en el Reino Unido