En la misma cárcel donde ahora se encuentra preso el alcalde de Allende, detenido este jueves, el cártel organizó un auténtico horno crematorio.
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© Reuters Imagen Ilustrativa
La Procuraduría General de Justicia del Estado mexicano de Coahuila detuvo este jueves a Sergio Lozano Rodríguez, exalcalde de la ciudad de Allende, sospechoso de complicidad en los escalofriantes hechos ocurridos allí en marzo 2011, cuando cientos de personas fueron secuestradas, posiblemente torturadas, asesinadas e incineradas por el cártel Los Zetas.

En concreto, Lozano Rodríguez, que ejercía su cargo en 2010-2013 está acusado de complicidad en "secuestro agravado".

Operación de castigo de los Zetas en Allende

La masacre en Allende tuvo lugar después de que la Fiscalía mexicana (PGR) filtrara al cártel que un integrante suyo cooperaba con la agencia antidrogas estadounidense (DEA). Los Zetas decidieron castigar a las familias de dos capos suyos que consideraban culpables, y el 18 de marzo del 2011 enviaron a la ciudad de Allende 42 camionetas con hombres armados, acompañados de cuatro patrullas de la policía municipal, explica la revista 'Proceso'.

Según la publicación, una decena de policías condujo a los delincuentes a las casas de los familiares de los capos del cártel caídos en desgracia, y más 80 personas fueron secuestradas en un solo día. La 'operación de castigo' continuó dos días más en este y en otros municipios del Estado, cobrándose cientos de víctimas, cuyos cuerpos fueron incinerados por los delincuentes.

En la misma cárcel que fue crematorio de Los Zetas

El febrero de este año se supo que Los Zetas, el cártel tal vez más poderoso de México, se valió entre los años 2011 y 2013 de una red de instalaciones de hornos crematorios con el objetivo de encubrir el exterminio masivo y sistemático de personas, algo que, en mayor medida, fue silenciado por las autoridades, tanto locales como federales.

Además, el cártel ejercía de facto su control sobre algunas cárceles, entre ellas la prisión de Piedras Negras, donde Los Zetas organizaron un auténtico crematorio. Se trata de la misma cárcel donde ahora se encuentra preso el alcalde de Allende detenido este jueves.

¿Un campo de exterminio de inmigrantes?

Varias operaciones de búsqueda han puesto últimamente al descubierto miles de restos óseos de presuntas víctimas de Los Zetas en Coahuila. Así, en una sola gigantesca fosa común en el ejido Patrocinio, del municipio de San Pedro, fueron descubiertos en octubre 4.600 fragmentos de cadáveres. Medios mexicanos comentan que podría tratarse del campo de exterminio más grande del país.

Según el padre Alejandro Solalinde es posible que sea el último paradero de los cadáveres de miles de inmigrantes, ya que Los Zetas, con apoyo de las pandillas centroamericanas Barrio 18 y Mara Salvatrucha, secuestraron 10.000 inmigrantes cada 6 meses en distintas partes del país.