La agenda de la visita no se devela. Durante su primer viaje, realizado en junio de este año, Haftar se reunió con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y con el secretario del Consejo de Seguridad del país, Nikolái Pátrushev.
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Acerca de la primera visita surgieron rumores de que los uniformados libios pidieron ayuda militar a Rusia, en forma de suministros de armamentos, para contrarrestar a los grupos islamistas presentes en el país. No obstante, estas informaciones fueron oficialmente desmentidas.
Haftar es uno de los actores principales del prolongado conflicto interno en Libia, desatado tras el derrocamiento forzoso del antiguo líder del país árabe, Muamar Gadafi, tras la intervención militar de la OTAN en 2011.
El militar encabeza el Ejército de Libia y respalda al Parlamento del país, que se opone al Gobierno de unidad nacional, creado el 31 de marzo del 2016, apoyado por la ONU.
Jalifa Haftar se adhiere a las posturas del desarrollo secular del país y se opone fuertemente a los extremistas de Daesh —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países— presentes en Libia.
Comentario: Es en realidad una interesante visita. Especialmente dentro del contexto de las acciones rusas en Siria, y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos. ¿Qué podrá ser discutido en estas reuniones? ¿Qué podremos esperar de Rusia y Libia en un futuro próximo? ¿Tendrá algo que ver esto con el hecho de que Rusia envió sus portaaviones al Mar Mediterráneo, no muy lejos de Libia? Habrá que esperar y ver.