El Gobierno sirio se prepara, tras la liberación de Alepo, para lanzar una operación contra los terroristas instalados en la provincia de Idlib.
ejercito sirio
"El futuro campo de batalla abierto será Idlib, ya que el Gobierno sirio mantiene su determinación de jamás renunciar a ningún punto de Siria", enfatizó el jueves el ministro sirio de Reconciliación Nacional, Ali Haidar.

Según el titular sirio, Idlib, en el noroeste del país, podría convertirse en escenario de duros enfrentamientos con los terroristas si no hay un acuerdo para garantizar la salida de los elementos extranjeros y obstaculizar sus vías de suministro.

En tales circunstancias, ir a un campo de batalla en Idlib (noroeste) será la única opción de Damasco, consideró Haidar en alusión al establecimiento de miles de terroristas evacuados de Alepo en el marco de una tregua negociada después de la liberación definitiva de la segunda ciudad del país por el Ejército sirio.

"El problema seguirá siendo Duma (suburbio de la capital, Damasco), porque todos conocen que ahí hay un grupo armado vinculado a Arabia Saudí", añadió en alusión al grupo terrorista Yeish al-Islam, al tiempo que lamentó la influencia negativa de Riad en el proceso.

Con más de 35.000 personas trasladas a esa región, la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía, se ha convertido actualmente en el principal bastión urbano no controlado por el Gobierno sirio, a excepción de Al-Raqa, aún en manos del grupo EIIL (Daesh, en árabe).

Grupos terroristas como Ahrar al-Sham y Frente Al-Nusra (recientemente autoproclamado Fath al-Sham), contrarios al Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, son los principales grupos que controlan esa región.