Durante décadas, las élites estadounidenses han distorsionado las ideas de la democracia, la globalización y los derechos humanos con el fin de propagar su influencia por el mundo, ganando mercados y suprimiendo sistemas políticos soberanos.
Ahora, la llegada de Donald Trump al poder en el seno del propio liberalismo, es percibida por muchos expertos como una prueba del quiebre de esas ideas.
soros burns hell
© Sott.netEl infierno de Soros...
Así, más de 17.000 personas se han unido ya a la campaña de recaudación de firmas que exige al presidente Donald Trump prohibir en territorio estadounidense cualquier actividad de George Soros y su familia, privarlo de la ciudadanía y expulsarlo del país. El especulador financiero y fundador de la Open Society Foundations es acusado de manipular y sobornar a las élites para propagar los así llamados valores de la época postmoderna.
"Pedimos que se emita una orden judicial por las deliberadas acciones [de Soros] encaminadas a desestabilizar y quebrar nuestra economía, promoviendo su agenda de Nuevo Orden Mundial, anti-Americana, de fronteras abiertas, globalista, con la intención de destruir nuestro país", dice la petición, cuya autora es Vanessa Feltner, una activista y compositora de Ohio.



Comentario: Es improbable que la solicitud vaya a provocar la expulsión de Georgie Soros pues es bien sabido que sus lazos al gobierno oculto (conocido también como Estado Profundo) son fuertes y sus brazos llegan verdaderamente lejos a la hora manejar los hilos del poder global. Aún así es curioso y hasta ligeramente agradable ver que hay un puñado de personas que alcanzan a percibir el daño que el magnate le hace a su país y exigen que se tome cartas en el asunto.


George Soros, de acuerdo con la petición, estaría tratando de destruir EEUU mediante "la compra de nuestros gobiernos, la manipulación de nuestra moneda, la compra de políticos y la perjudicial compra de influencia negativa sobre nuestros valores occidentales". "Queremos que Estados Unidos siga siendo una nación soberana y republicana", subraya la petición. "Este hombre y su hijo continuarán intentando destruir nuestros valores occidentales y estamos de acuerdo en que debe ser eliminado o detenido de inmediato para proteger la seguridad de nuestros valores y de nuestro país".

Ígor Pshenichnikov, asesor del director del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, un influyente grupo de expertos con sede en Moscú, explica a Sputnik lo que está en juego en esta batalla ideológica. Echando un vistazo a lo que se conoce sobre las actividades de Soros a escala global, señala que prácticamente todo lo que está expuesto en esa petición ha sido aplicado durante décadas no solo en EEUU, sino más allá de sus fronteras.
"Soros esbozó su visión del mundo en su libro The Age of Fallibility ('La Edad de la falibilidad')" recuerda Pshenichnikov, enfatizando que su principal objetivo es supuestamente crear un mundo sin fronteras, donde todos sean iguales y libres, incluso a costa de que el interés de las minorías prevalezca sobre el interés de la mayoría.

Comentario: Igualmente curioso resulta que sujetos como Soros no sólo pongan en práctica un comportamiento manifiestamente destructivo y depredador sino que se tomen el trabajo de hacer una suerte de declaración por escrito de su "cosmovisión" e intenciones. Por otro lado nos sentimos alarmados ante la posibilidad de que millones hayan comprado su libro por considerar que este "hombre" puede ser un buen modelo de éxito y con el sueño de impregnarse con algo de su "talento".


A modo de ejemplo, el experto señala que la ideología de género que promueve Soros "nace en lo profundo del movimiento feminista, que hoy día se ha convertido en una base sociopolítica de la sociedad occidental". Más allá de la igualdad de género, sin duda, una noble causa, esta ideología le impone a la sociedad moderna la doctrina de "ausencia de identidad de género", sin tener en cuenta que "para él o ella, el género es la forma en la que naturalmente se expresan en el mundo".

Durante el último año, los hackers han presentado al mundo decenas de documentos relacionados con las actividades de la Fundación Open Society. Entre otras cosas, estos revelan los esfuerzos por quebrar las ideas conservadoras y promover una doctrina de 'post familia' en las sociedades occidentales.

Bajo su patrocinio, la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud elabora documentos como 'Normas para la educación sexual en Europa'. Si se da una lectura a sus páginas, se hará evidente que detrás de la noble causa que expone su título, se esconde la intención de "formatear a los niños europeos desde pequeños, dejando su matriz [de género] innata destruida", apunta Pshenichnikov.


Comentario: Sin duda el autor aquí ha dado con un punto esencial de la agenda actual de Soros: la pretensión de alzar la bandera de los "derechos humanos" subido al caballo del activismo de género. Es por esta razón fundamental que esta moderna forma de activismo se ha convertido en un frente de batalla política para el magnate y los intereses que representa. Hoy día millones de personas se han subido a una causa que se transformó rápidamente desde una genuina solicitud de que se otorguen derechos humanos básicos (respeto, inclusión social, etc) a una exigencia autoritaria y violenta de que se les dé un status social único y derechos exclusivos por ser sujetos "especiales". De hecho su forma de activismo no sólo pretende ubicarlos por encima de cualquier ciudadano sino que aspiran a cambiar por la fuerza la percepción del mundo que tiene el resto de la sociedad sobre cuestiones relacionadas a la sexualidad, el género, y la expresión de ambos.

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La financiación de diferentes ONGs destinadas a desestabilizar a los países que no cumplen con el sistema de valores de Soros no es secreto para nadie. En su propia página web, su fundación Soros presume haber gastado miles de millones de dólares en el desarrollo de los 'valores democráticos' alrededor del mundo.

Hace tres años, Soros invirtió decenas de millones en ONGs 'pro-democráticas' en Ucrania, para respaldar a los grupos paramilitares que, lejos de cualquier marco legal, sacaron del poder al electo democráticamente presidente Víctor Yanukovich por su postura prorrusa. Al llegar al poder, unos de los primeros decretos promovidos por las nuevas figuras fue la prohibición del idioma ruso —lengua natal para la mayoría de los habitantes del sur y oriente ucraniano— lo que catalizó la sublevación contra las nuevas autoridades nacionalistas. Otro claro ejemplo de imposición forzada del interés de las minorías sobre la mayoría.

Varios líderes orientados a conservar los valores tradicionales ya han dejado claro su posición respecto a Soros y sus fundaciones. El propio Viktor Orbán, primer ministro de Hungría —país donde Soros tiene sus raíces—, ha expresado públicamente que los conceptos que promueve el multimillonario "a lo mejor son bien intencionados, pero ingenuos, y a lo peor se basan en una evaluación calculada de los procesos que llevaron a la destrucción de las civilizaciones tradicionales, modos de vivir, culturas y naciones".

Ahora, destaca Pshenichnikov, tras la elección de Donald Trump por la población tradicionalista de EEUU, las masivas manifestaciones organizadas por ONGs, que usualmente tenían lugar en los países en desarrollo, han comenzado a aparecer en los propios Estados Unidos con características muy similares a sus predecesoras, como un único color e identidad de marca

¿Quién saldrá victorioso en la batalla ideológica en el seno del globalismo liberal? Sólo el tiempo dirá...