RTlun, 27 feb 2017 16:37 UTC
Una de las autoras de un manifiesto feminista, que pide a las mujeres boicotear a Trump, cuenta con un pasado marcado por el terrorismo y un presente delictivo internacional.
© Brian Snyder / ReutersUna mujer durante una manifestación feminista el pasado enero en Washington, EE.UU.
El próximo 8 de marzo los movimientos feministas y pro derechos de la mujer han convocado la denominada 'Huelga Mundial de Mujeres'. En este contexto, varias organizaciones anti
Donald Trump se han sumado a esta iniciativa del 8M para amplificar su mensaje y protestar contra el presidente de EE.UU.
En un manifiesto
publicado por 'The Guardian' el pasado 6 de febrero, las autoras de la convocatoria piden
formar una "nueva ola de lucha militante feminista" ataviada con un gorro de color rosa, que "bloquee carreteras, puentes y plazas" y "boicotee" el próximo '8M' todos los negocios relacionados con Trump.
Aunque se trata de una marcha organizada como cualquier otra, las críticas y alarmas no se centran tanto en su carácter feminista y activista, sino en el historial delictivo de algunas autoras de dicho manifiesto, titulado 'Mujeres de América: vamos a la huelga. Únanse para que Trump vea nuestro poder".
En un artículo
publicado por 'New York Post', se saca a relucir el turbulento pasado terrorista y de farsas de una de las autoras, Rasmea Yousef Odeh, palestina con nacionalidad estadounidense.
Odeh fue condenada a cadena perpetua en 1970 por una corte de Israel por su participación en 1969 en dos atentados con bomba en Jerusalén, uno de de los cuales acabó con la vida de dos estudiantes. También se le imputa el cargo de pertenencia a una organización terrorista ilegal, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
Tras pasar 10 años en la cárcel, Odeh fue liberada en un intercambio de prisioneros con el FPLP. En 2004 logró obtener la nacionalidad estadounidense, aunque —como se supo más tarde— la palestina mintió sobre sus antecedentes delictivos a la hora de presentar su solicitud para obtener la ciudadanía estadounidense. Por este motivo, Odeh fue condenada a prisión en 2014 por un tribunal de EE.UU. por fraude migratorio.
Sin embargo, Odeh logró evitar el ingreso en prisión y la posibilidad de un nuevo juicio tras alegar que sufrió trastorno por estrés postraumático cuando mintió al solicitar la ciudadanía.
Comentario: Dando lugar a un poco de especulación, podríamos decir que ésto no se saldría del patrón de reclutamiento de la inteligencia estadounidense. Parecen saber elegir a personas con ciertas características que hayan cometido algún crimen con el cual se les pueda extorsionar posteriormente y quienes estarían dispuestas a hacerles servicios especiales a cambio de ciertos privilegios. También sabemos del apoyo de EEUU a
grupos terroristas en Medio Oriente, a
grupos neonazis en Ucrania, a
grupos de jóvenes durante las llamadas "Revoluciones de Color"; todos ellos dirigidos a la estrategia de cambio de régimen y desestabilización de países que Washington ha estado llevando a cabo.
Con esto en mente, este movimiento feminista parece tener varios de los ingredientes de las mencionadas Revoluciones de Color. Sin embargo, esto no quiere decir que las reivindicaciones de muchas mujeres que participarán de este evento no son legítimas y muy válidas. Muchas están resaltando los casos de feminicidio y las condiciones deplorables en las que viven; que son, sin duda, una realidad. El problema es que, quizás, sus reclamaciones y su indignación están siendo dirigidas hacia el enfoque "anti-Trump" de quienes se han proclamado líderes de estas protestas y que tienen conexiones o pasados cuestionables. Eso debería hacer sonar una alarma sobre cuál es el objetivo real detrás de estos movimientos.
Recomendamos leer también:
Revelan vínculos abundantes entre las protestas anti-Trump por todo el mundo y George Soros (vídeo)
Comentario: Dando lugar a un poco de especulación, podríamos decir que ésto no se saldría del patrón de reclutamiento de la inteligencia estadounidense. Parecen saber elegir a personas con ciertas características que hayan cometido algún crimen con el cual se les pueda extorsionar posteriormente y quienes estarían dispuestas a hacerles servicios especiales a cambio de ciertos privilegios. También sabemos del apoyo de EEUU a grupos terroristas en Medio Oriente, a grupos neonazis en Ucrania, a grupos de jóvenes durante las llamadas "Revoluciones de Color"; todos ellos dirigidos a la estrategia de cambio de régimen y desestabilización de países que Washington ha estado llevando a cabo.
Con esto en mente, este movimiento feminista parece tener varios de los ingredientes de las mencionadas Revoluciones de Color. Sin embargo, esto no quiere decir que las reivindicaciones de muchas mujeres que participarán de este evento no son legítimas y muy válidas. Muchas están resaltando los casos de feminicidio y las condiciones deplorables en las que viven; que son, sin duda, una realidad. El problema es que, quizás, sus reclamaciones y su indignación están siendo dirigidas hacia el enfoque "anti-Trump" de quienes se han proclamado líderes de estas protestas y que tienen conexiones o pasados cuestionables. Eso debería hacer sonar una alarma sobre cuál es el objetivo real detrás de estos movimientos.
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