En la demanda acusan a funcionarios de Arabia Saudita de apoyar a los terroristas del ataque del 11-S con dinero, transporte, contacto y acceso a cursos de entrenamiento de pilotos.

Los familiares de 800 víctimas del ataque del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos (EE.UU.) presentaron este lunes una denuncia contra Arabia Saudita por complicidad en el atentado a las torres gemelas de Nueva York, que dejó casi tres mil muertos.


Comentario: Son las cifras de los muertos en EEUU, ya que este evento fue el catalizador para lanzar la dichosa guerra contra el terrorismo que lleva millones de personas muertas y cientos de miles de desplazados.


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© EFEDe los 19 terroristas del ataque del 11-S, 15 de ellos eran de nacionalidad saudita.

En la demanda acusan a funcionarios de Arabia Saudita de ayudar a los terroristas que secuestraron los aviones comerciales usados para el atentado. El texto especifica personal de embajadas sauditas apoyaron a los secuestradores Salem al-Hazmi y Khalid Al-Mihdhar un año y medio antes del 11-S, mediante la facilitación de "dinero, protección, consejos, contactos, transporte, asistencia con el idioma y la cultura de EE.UU., identificación y el acceso a cursos de entrenamiento de pilotos".

Para sustentas las acusaciones, en la denuncia presentan pruebas de la ayuda de empleados de la embajada saudita en Alemania presuntamente al líder del grupo de secuestradores, Mohamed Atta. También señalan que una noche antes del ataque en el estado Virginia, otro empleado gubernamental de Arabia Saudita estaba en el mismo hotel de los atacantes.

El Gobierno de Estados Unidos, presidido en esa época por George Bush, emprendió una cruzada contra el terrorismo, bajo la cual sustentó su intervención militar en Afganistán y en Irak, países que destruyó y en los cuales asesinó a cientos de civiles. Contradictoriamente, de los 19 secuestradores del ataque del 11-S, 15 de ellos eran de nacionalidad saudita y tres habían trabajado para el gobierno de ese país.

La denuncia, además, acusa a la familia real saudita de estar consciente de que fondos de varias organizaciones caritativas eran destinados a Al-Qaeda, grupo terrorista que se adjudicó el ataque del 11-S. El texto señala que la realeza saudita permitía este financiamiento para contar con el apoyo de los musulmanes extremistas del país y permanecer en el poder.

"Durante la década anterior al 11 de septiembre de 2001, Arabia Saudita fue responsable de financiación sustancial de Al Qaeda, que era vital para las operaciones de la organización terrorista y sus preparativos para la materialización de los ataques del 11 S", dice el documento.

Asimismo, la demanda indica que los oficiales de Arabia Saudita entrevistados por Estados Unidos tras el atentado negaron "estar en contacto ni tener información sobre asistencia material que prestaron a los secuestradores y Al Qaeda".

En el documento, que fue presentado en el tribunal federal de Manhattan, los familiares de las víctimas exigen compensaciones económicas.

La demanda es presentada luego de aprobarse en el Congreso la ley de "Justicia Contra los Patrocinadores del Terrorismo" (JASTA, por su sigla en inglés), que permite a las cortes federales estadounidenses juzgar a otras naciones por la ayuda en acciones terroristas contra EE.UU., aunque esa nación acusada no forme parte de la lista oficial de Estados que apoyan el terrorismo.

El petróleo de Arabia Saudita es uno de los principales intereses de Estados Unidos. Además, esa nación es un aliado del país norteamericano contra Irán.