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Más de 500 personas se han manifestado en El Cairo en una nueva protesta contra la ley aprobada recientemente por el Gobierno que fija penas de hasta un año de prisión y duras sanciones económicas para quienes participen en actos de protesta y en huelgas. El próximo viernes hay convocada una nueva manifestación para reivindicar estas demandas.

La marcha, que partió de la sede del Sindicato de Periodistas y finalizó en la emblemática plaza Tahrir, reivindicó otras de las demandas de la revolución del 25 de enero ante lo que consideran una actitud pasiva del Gobierno y del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, según recoge el diario egipcio Al Masry al Youm en su edición digital.

En un principio la marcha estaba convocada por la Unión de Sindicatos Independientes, una nueva organización sindical, para exigir la anulación de la ley de protestas, pero otros grupos se sumaron a la protesta con sus propias reivindicaciones. Los manifestantes corearon consignas como "la protesta es nuestra única herramienta contra los restos del antiguo régimen" o "la huelga es legítima contra la pobreza y el hambre".

La nueva ley pena con hasta un año de cárcel y multas de hasta 500.000 libras egipcias (unos 60 euros) a quienes convoquen o participen en manifestaciones o huelgas que provoquen una interferencia en los negocios o acaben en incidentes violentos.


El Gobierno aprobó la norma el pasado miércoles y ahora está siendo revisada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, órgano militar que ejerce el poder efectivo desde la dimisión del presidente Hosni Mubarak, el pasado 11 de febrero. Además, los manifestantes reclamaron la destitución de todos los directores de los medios estatales afines al régimen de Mubarak y una mayor libertad de prensa.

El Gobierno Defiende la Nueva Ley

Mientras, el ministro de Justicia, Mohamed al Guindi, defendía el domingo la nueva norma sobre manifestaciones y huelgas y atribuía las protestas contra la misma a una "contrarrevolución". "El derecho de los trabajadores a la huelga no debe ser a expensas del derecho de otras personas a acceder a otros servicios", dijo.

"El proyecto de ley pretende frustar los planes de personas del antiguo régimen de crear el caos en las calles egipcias. El creciente número de manifestaciones indica que hay una contrarrevolución asociada al antiguo régimen para interrumpir la producción y dañar la economía", aseguró.

En ese sentido, matizó que no se criminalizan las protestas que no interrumpan la actividad económica y sostuvo que se derogará una vez se levante la ley de emergencia. "La sociedad egipcia está preocupada por las numerosas protestas de los últimos días", señaló.