Las crecientes tensiones entre Rusia y la OTAN están tomando forma tanto en los planes de los militares, como en el potencial campo de batalla. Estrategas y analistas en materia militar de ambas partes exponen su visión sobre cómo podría desencadenarse el posible conflicto en una de las zonas más calientes: Kaliningrado.
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© Sputnik/ Serguéi Malgavko
Recientemente, expertos del centro de investigaciones estadounidense RAND publicaron un informe en el que exhortaron al Departamento de Defensa de EEUU a evaluar la eficacia de la OTAN contra la defensa antiaérea rusa en la región del Báltico. El preámbulo del documento proporciona un análisis detallado de las posibles razones por las que sería necesario romper la defensa de la región rusa de Kaliningrado, como primer e indispensable paso contra "la potencial amenaza existencial" que esta constituye para la Alianza Atlántica.

RAND (del inglés 'Research and Development') es una de las organizaciones que quedaron como legado de la Guerra Fría. A pesar de que se posiciona como una organización no gubernamental, es financiada por el Gobierno estadounidense y se dedica a modelar potenciales conflictos y estrategias en las que la OTAN se sobreponga sobre sus enemigos.

El analista en materia militar, Vladímir Tuchkov, anota en su publicación para Svobodnaya Pressa, que en el documento de RAND, "la causa y el efecto están totalmente invertidos": Rusia fortaleció su defensa en la región como respuesta a las acciones de la OTAN y no al revés.

Causa y efecto

Rusia comenzó a reforzar la defensa de sus fronteras occidentales sólo después de que la OTAN emprendiera una expansión de su poder militar hacia las fronteras rusas, incluso pese a las promesas dadas a la URSS de que eso no pasaría. Además, el sistema de defensa antimisiles estadounidense en Europa ya plantó raíces, a pesar de las objeciones de Moscú, recuerda Tuchkov.
"Durante los últimos 10 años, la agrupación de la OTAN en las fronteras occidentales de Rusia ha aumentado en 8 veces", enfatiza el analista.
En paralelo ha aumentado la cantidad de maniobras militares de la OTAN cerca de las fronteras rusas. El año pasado, por primera vez desde los tiempos de la Guerra Fría, en esos ejercicios participaron bombarderos estratégicos estadounidenses B-52 y buques anfibios de asalto, armamento con fines claramente ofensivos, anota el especialista.
"Así que no se trata de acciones defensivas en absoluto. Es una llamada abierta a realizar una agresión contra Rusia".
Paul Saunders, director ejecutivo del Centro para el Interés Nacional, compartió en su tiempo que las acciones de Rusia en materia de fortalecimiento de su defensa antiaérea y antimisiles en Kaliningrado eran bastante predecibles.
"Los rusos advirtieron explícitamente que desplegarían los misiles balísticos Iskander en Kaliningrado en respuesta a la expansión de la OTAN hacia el este. En aquel momento, esa posibilidad fue descartada, tomada como fanfarronería. Pero resultó, por supuesto, que no era fanfarronería", cita sus palabras National Interest.
¿Qué tan eficiente es la defensa antiaérea rusa?

Vladímir Tuchkov destaca que los ingenieros rusos son los líderes absolutos en materia de cohetería. Esto es igual de válido tanto para los misiles estratégicos (balísticos), como para tácticos (de crucero).

Al mismo tiempo, no existe acuerdo internacional alguno que prohíba a Rusia desplegar estos sistemas en cualquier lugar de su territorio y en eso concuerdan incluso las autoridades de la OTAN.
"Ellos [los rusos] tienen todo el derecho de poner esos sistemas. La expansión y la densidad de la zona de exclusión [que establecen los sistemas rusos] es algo que tendremos que tener en cuenta", comentó a New York Times el general Frank Gorenc, comandante de la Fuerza Aérea de EEUU desplegada en Europa.
Para el momento, la densidad de despliegue de los sistemas antiaéreo y antimisiles en Kaliningrado es la más alta entre todos los distritos militares de Rusia. La defensa de la región es abastecida por tres regimientos de S-300 y uno de S-400 Triumf, además del radar de alerta anticipada Voronezh-DM.

Este último tiene una distancia de localización efectiva de 6.000 kilómetros, lo que le permite a Rusia escanear todo el espacio aéreo del continente Europeo, incluyendo Reino Unido. El sistema antiaéreo S-400, a su vez, es capaz de acertar en blancos a una distancia de hasta 400 kilómetros, es decir, de ser necesario se podría establecer una zona de exclusión aérea sobre los países de la OTAN vecinos: toda Lituania y la mayor parte de Polonia y Letonia.

El general Gorenc subraya en la entrevista que la situación para la aviación de la OTAN en la región se agrava por el hecho de que Rusia ha organizado en Kaliningrado una defensa integrada. Es decir, además de los Iskander y S-400, la región cuenta con sistemas de defensa antiaérea de corta y mediana distancia como los Buk, Tor y Pantsir.
"En esos casos es cuando dicen: recibieron de su propia medicina", concluye Tuchkov.