orodríguez
Telesurmie, 03 mayo 2017 23:32 UTC
La Corte Suprema de Argentina declaró este miércoles aplicable el beneficio del 2×1, reduciendo el cómputo para la prisión para un condenado por delitos de lesa humanidad. La sentencia fue dictada en el caso del represor Luis Muiña, sentenciado a 13 años de cárcel por privaciones ilegales de la libertad y tormentos a trabajadores del Hospital Posadas, durante la última dictadura militar.La mayoría de los votos a favor de este beneficio fue integrada por los ministros Elena Highton, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. En disidencia, votaron los jueces Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda,
quienes señalan que esa reducción no es aplicable a los delitos de lesa humanidad.El 2×1 indica que por cada año de prisión preventiva se computan 2 y se le suman a los de condena efectiva.
Esta ley fue derogada en 2001.
Los genocidas y represores Miguel Etchecolatz, Alfredo Astiz, y Jorge "Tigre" Acosta podrían beneficiarse del 2×1 y reducir sus penas.
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, expresó su fuerte repudio luego de conocerse el fallo del órgano judicial que considera aplicable el beneficio del 2×1 a un condenado por delitos de lesa humanidad.
"Se parece a los indultos de Menem", dijo en declaraciones al diario Perfil. También consideró que el fallo "forma parte de una avalancha de cosas con las que tratan de limpiarle la cara a los represores".
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, señaló en una una entrevista con Detrás de lo que Vemos en la emisora argentina AM 750, que "el Gobierno (de Mauricio Macri)
quiere borrarnos de la historia para construir la suya. Ahora quieren fusilarnos en una movida tan terrible".
Por su parte, el Gobierno argentino salió a avalar el 2×1 del máximo tribunal de justicia nacional para los genocidas a través del secretario de DDHH, Claudio Avruj, quien afirmó que hay que "ser respetuosos" del fallo y sostuvo que el Ejecutivo acata "lo que dijo la Corte Suprema de Justicia".
Comentario: El gobierno de Mauricio Macri a traído drásticos cambios a la sociedad argentina. Una economía enemiga del pueblo y la represión estatal como mecanismo de contención de las masas ofuscadas por el hambre y la miseria, son algunos de los más importantes. Pero más allá de estas políticas de Estado que inciden directamente en la vida del pueblo, también existen acciones más sutiles orientadas a la descomponer el entramado social cambiando la percepción de la historia nacional.
Este tipo de maniobras, acompañadas por un discurso que niega las barbaridades cometidas (desapariciones, torturas, etc) por las dictaduras militares, pretenden por un lado exacerbar a un núcleo duro de la sociedad argentina netamente conservador (aproximadamente entre un 20 a un 25% de los argentinos) afín a los gobiernos de facto que tanto daño han causado en todo Latinoamérica, y por el otro naturalizar ante el resto del pueblo una práctica política autoritaria y opresora que se escuda en "quebrantar los derechos humanos para defender un bien mayor" hasta lograr instalar en el subconsciente colectivo de los argentinos que esta idea es aceptable.
Hacia allá se dirige el pueblo argentino aunque aún está a tiempo de resistir y detener este brutal atropello a su memoria y a su porvenir.
Comentario: El gobierno de Mauricio Macri a traído drásticos cambios a la sociedad argentina. Una economía enemiga del pueblo y la represión estatal como mecanismo de contención de las masas ofuscadas por el hambre y la miseria, son algunos de los más importantes. Pero más allá de estas políticas de Estado que inciden directamente en la vida del pueblo, también existen acciones más sutiles orientadas a la descomponer el entramado social cambiando la percepción de la historia nacional.
Este tipo de maniobras, acompañadas por un discurso que niega las barbaridades cometidas (desapariciones, torturas, etc) por las dictaduras militares, pretenden por un lado exacerbar a un núcleo duro de la sociedad argentina netamente conservador (aproximadamente entre un 20 a un 25% de los argentinos) afín a los gobiernos de facto que tanto daño han causado en todo Latinoamérica, y por el otro naturalizar ante el resto del pueblo una práctica política autoritaria y opresora que se escuda en "quebrantar los derechos humanos para defender un bien mayor" hasta lograr instalar en el subconsciente colectivo de los argentinos que esta idea es aceptable.
Hacia allá se dirige el pueblo argentino aunque aún está a tiempo de resistir y detener este brutal atropello a su memoria y a su porvenir.