Las autoridades del país asiático han confirmado que grupos externos han reforzado a los militantes locales en recientes actos de terror.

Filipinas
© Romeo Ranoco / ReutersVehículo y tropas gubernamentales en Filipinas, 25 de mayo de 2017.
Maute, un grupo terrorista que ha aterrorizado a Filipinas durante los últimos días, ha pasado de ser considerado un grupo rebelde local a una organización terrorista internacional. Sobre esto comunican las autoridades del país, alegando que la formación ha recibido apoyo de malasios, indonesios y militantes de "otras nacionalidades".

"Antes era solo un grupo terrorista local. Pero ahora se han adherido a la ideología del Estado Islámico (EI). Quieren hacer de Mindanao parte del califato", afirmó el procurador general filipino José Calida en una conferencia de prensa, informa Reuters.


"Lo que está sucediendo en Mindanao ya no es una rebelión de ciudadanos filipinos", sino que "se ha transformado en una invasión de terroristas extranjeros que escucharon el llamado del EI para ir a Filipinas en caso de encontrar dificultades para ir a Irak o Siria", aseveró Calida, según InterAksyon News.

Calida agregó que el Maute y el EI quieren crear una "provincia del EI" en la isla meridional de Mindanao y que el Gobierno no es el único objetivo de su agresión, sino también "las personas a las que consideran infieles, ya sean cristianos o musulmanes". El procurador indicó que el EI "ha radicalizado a varios jóvenes musulmanes filipinos", lo que calificó de "preocupante" ante la situación de pobreza y falta de orden en las regiones donde muchos de ellos viven.


Operación contra el terror

La ciudad de Marawi, en el norte de Mindanao, ha sido escenario de brutales enfrentamientos por el control territorial entre las fuerzas gubernamentales y los milicianos de Maute. El Ejército filipino lanzó este jueves un ataque contra posiciones de terroristas para recuperar la ciudad, luego de que la ley marcial fuera decretada por Rodrigo Duterte en toda la isla.

Hasta el momento 46 personas han muerto en esa operación: 15 agentes de las fuerzas de seguridad y 31 combatientes del grupo Maute, 6 de ellos extranjeros. Entretanto, las fuerzas gubernamentales consiguieron liberar a 78 civiles secuestrados en un centro médico y 42 maestros atrapados en un colegio.