La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llevará a cabo en Lima una audiencia para escuchar denuncias sobre el estado venezolano, pero lo hará a puertas cerradas y sin acceso de público ni de periodistas, informó la entidad en un comunicado.
La audiencia "Denuncias de violaciones de derechos humanos en Venezuela", en el marco del 163 período de sesiones de la CIDH, escuchará las denuncias del presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Julio Borges, y del jurista Jesús María Casal Hernández y las respuestas del Estado venezolano en forma "privada", dice el comunicado.
"La CIDH ha decidido que la audiencia (...) será de carácter privado (...) en aplicación del Artículo 68 de su Reglamento, en consideración de las circunstancias excepcionales de esta audiencia, en la cual las partes son dos poderes del Estado", indica el texto.
Por tanto, "la audiencia se realizará a puertas cerradas, sin asistencia de público ni de prensa, y no habrá transmisión en vivo, ni se pondrán a disposición vídeos, grabaciones de audio ni actas o notas de los contenidos", concluye la CIDH en el documento con la agenda completa de audiencias que se extenderán entre este miércoles y el viernes en la capital peruana.
Todas las sesiones, excepto esta, serán abiertas y transmitidas por la CIDH en vivo desde su portal de internet.
Venezuela vive una grave crisis social y política con manifestaciones diarias en las que ya murieron 85 personas y más de 1.300 fueron heridas.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora desde las elecciones de diciembre de 2015, está enfrentada a los poderes Ejecutivo y Judicial que consideran nulas todas sus actuaciones y la han declarado en desacato.
Comentario: En el polvorín venezolano actual hay muchos responsables, de ambas partes, pero un aspecto que pocos medios masivos tocan, es la interminable desestabilización por parte de la oposición pagada por EEUU; desde protestas violentas hasta la quema de 50 toneladas de alimentos, alimentos que se necesitan bastante dadas las circunstancias.
Como menciona la reportera Abby Martin, desde el comienzo de las protestas se han reportado 95 muertes y 1000 heridos derivados de las mismas, de las 95, 11 tienen conexiones desconocidas o indeterminadas en relación con las protestas. De las 84 muertes restantes, la oposición le atribuye 23 a las fuerzas gubernamentales, pero después de las investigaciones, varias muertes que se le habían adjudicado a las fuerzas gubernamentales, resultaron siendo perpetradas por la oposición de manera indirecta o directa. Sin embargo, es cierto que algunas muertes han sido provocadas por la policía y las fuerzas armadas, supongamos entonces que todas las 23 muertes sí fueron perpetradas por las mismas, esto nos deja con 61 muertes que fueron provocadas por la oposición, un hecho evidenciado después de las pesquisas. Dadas las circunstancias, si las cosas fueran imparciales, la oposición venezolana tendría que ser investigada y sus actos llevados ante la ONU... y con más razón. Pero ya bien sabemos que la ONU es un teatro más que sólo sirve para impulsar los intereses de Occidente y la élite económica, así que poco podemos esperar de la misma.
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