"Javier Valdez fue para mí una luz en el camino. Un hermano y un amigo, que hizo que nuestra voz se hiciera escuchar dentro y fuera del país", dijo con la voz entrecortada en llanto María Herrera Magdaleno, madre de cuatro hombres sinaloenses desaparecidos cuando trabajaban de comerciantes en Michoacán.
javier valdez méxico
© Cuartoscuro
María fue una de las oradoras en el homenaje que, el sábado 15 de julio, familiares, amigos y colegas del periodista sinaloense, asesinado el pasado 15 de mayo en Culiacán, le rindieron en la Ciudad de México.

"Javier sigue ahí, va a seguir ahí por su labor", dijo María ante un público atento que atiborró uno de los auditorios de la Casa Lamm, en la colonia Roma.

La historia de María fue contada por Javier en más de una ocasión en sus libros y reportajes. "A periodistas como Javier siempre estaré agradecida por ser honestos y entregarse a su labor... sigamos en ese abrazo blindado del que hablaba Javier. En su honor les pido que sigamos con este compromiso".

Javier y las rastreadoras

"Personas como Javier casi no hay, y si las hay nos las dejan ser", dijo Mirna Medina, otra madre sinaloense en busca de su hijo desaparecido, cuyo testimonio sirvió para conocer el trabajo que realizaba Valdez en su natal Sinaloa, con el grupo conocido como las rastreadoras.

Para Mirna no hay duda de que Javier era un maestro, una persona íntegra que siempre tenía un consejo o una palabra para apoyar a las madres que como ella buscan a sus hijos o familiares desaparecidos.
"Me decía 'mira cabrona, te van a matar, déjate de cosas', pero por debajo del agua me decía que siguiera haciéndolo", mencionó.
Javier aconsejó en varias ocasiones a Mirna, y a otras madres rastreadoras como ella, sobre cómo ofrecer una entrevista para que no tuviera problemas con los grupos criminales que operan en el Fuerte, Sinaloa, de donde son originarias.
"Yo confié y confió plenamente en Javier... fue una escuela y voy a seguir sus pasos... por favor no dejemos solo a Javier y su familia", pidió Mirna a los periodistas y defensores allí reunidos.
Derecho a tener respuestas

Para Griselda Triana, viuda de Javier Valdez, a dos meses del asesinato de su esposo "es difícil no sentir coraje, no sentir frustración" por su partida.

No solo eso. Indicó que en este tiempo "no hay la más mínima señal" de que el gobierno les vaya a dar una respuesta.

Recordó que su esposo no era un delincuente, pues "su única arma" era su pluma, su grabadora y su libreta.
"Javier asumió el periodismo con mucha pasión y con responsabilidad. Siempre luchó contra las injusticias. Hizo suya cada una de las historias que publicó en sus libros, en Río Doce y La Jornada", dijo.
Griselda aseguró que como familiares lo único que les queda es exigir respuestas a las autoridades. "Que este gobierno nos diga por qué fue y no dejar que se repita un crimen de este tipo".

Homenaje al valor

Balbina Flores, representante en México de la organización Reporteros Sin Fronteras (que junto al CPJ organizó el evento), aseguró que este homenaje no sólo es para Javier Valdez, sino para todos aquellos periodistas asesinados y amenazados, así como a sus familias.
"Se trata también de un homenaje a las periodistas mujeres y hombres... que guardan silencio y a los que silenciaron. A los que quemaron la esperanza y a los que se esconden y se entregan... a las familias de estos periodistas que han resistido a la tristeza, al dolor, a la injusticia y al olvido".
Al final del homenaje, los asistentes convivieron entre sí por espacio de dos horas. En todas las mesas se hablaba de dos temas: la vida y obra de uno de los periodistas más entregados de su generación.