Un área de observación de tiburones en la costa de Sudáfrica se ha convertido últimamente en el escenario de una película de terror. Desde hace meses aparecen en las playas de Gansbaai enormes cadáveres de tiburones blancos que a menudo carecen de hígado, como si la versión cetácea de Hannibal Lecter se hubiera dado un festín. Pero esto no es una película, es solo biología, y es tan despiadada como siempre.
tiburón
"Los que dicen que los tiburones están en la cima de los depredadores están equivocados", explicó a Gizmodo el director del Expediente Internacional de Ataques de Tiburones del Museo de Historia Natural de Florida. "Por muy duro que suene, las orcas están un escalón por encima".

Tras el primer incidente de Gansbaai hace unos meses, un puñado de cadáveres de tiburón blanco sin hígado han sido arrastrados por el mar hasta la costa de Sudáfrica. Los hígados que faltan apuntan a posibles ataques de orcas, ya que el hígado de tiburón está lleno del nutriente escualeno, que parecen buscar las orcas.

"Los que dicen que los tiburones están en la cima de los depredadores están equivocados. Por muy duro que suene, las orcas están un escalón por encima"

Los ataques podrían ser nuevos en Sudáfrica, pero ciertamente no están fuera de lo común para las orcas, según el profesor Rus Hoelzel de la Universidad de Durham en el Reino Unido. "Las orcas pueden comer casi cualquier cosa: son muy buenos depredadores", explicó Hoelzel. "Trabajar en grupo sin duda ayuda". (Los tiburones blancos pueden cazar en grupo, pero tienen la reputación de ser cazadores solitarios).

Hoelzel señaló que en ocasiones se han avistado orcas comiendo solo animales específicos, como delfines. Pero los científicos han encontrado carne de delfín y carne de pescado en sus vientres. La gente ha visto a las orcas matar delfines y leones marinos, y un documental de Nat Geo muestra ballenas comiéndose un tiburón blanco en 1997. Por último, a finales de 2016, un dron capturó este material de pesadilla de una orca destrozando un tiburón:
La verdadera pregunta, entonces, no es si las orcas comen tiburones (lo hacen), sino qué ha cambiado en Gansbaai para aumentar el número de ataques. Representantes de Marine Dynamics que han blogueado sobre los recientes eventos se negaron a comentar para esta historia, pero Burgess tenía algunas ideas.

"Sabemos que ha habido un aumento en las poblaciones de tiburones blancos en ciertas áreas del mundo, como en ambas costas de los Estados Unidos, gracias al manejo adecuado de la pesca y el haber clasificado de especies en peligro de extinción a los alimentos principales del tiburón blanco", explicó.

Básicamente, una mejor gestión podría haber llevado al aumento de la población de tiburones. Las orcas también están protegidas. "Puede ser que haya algunas modificaciones en sus rangos", dijo Burgess. "Los animales también podrían estar juntos más a menudo, tal vez como resultado de las condiciones ambientales locales". Podemos estar presenciando algo que siempre ha sucedido, pero que con mejores prácticas de conservación o cambios ambientales se está convirtiendo en un evento más común.

En cuanto a lo que induce los ataques individuales, hay muchas razones por las que un tiburón blanco se acercaría a un grupo de orcas. Los tiburones blancos pasan mucho tiempo persiguiendo a su próxima comida, y por lo general ganan siempre en sus encuentros con otros animales, así que ¿por qué no atacar a una orca? Pocos saben que las orcas pueden atacar el punto vulnerable de su vientre y dejarlos sin hígado, explicó Burgess. Un órgano que las ballenas en realidad podrían no comerse.

"Se trata de saber si las ballenas asesinas van detrás del tiburón en su punto vulnerable para deshabilitarlas y comerse una parte importante de ellas, o si están ahí para jugar esencialmente con algo que han derrotado", dijo Burgess.