El próximo 25 de septiembre las provincias kurdas de Irak celebrarán un referéndum de independencia. Varios analistas consideran que este evento puede tener un fuerte impacto en el mercado mundial de petróleo.

El plebiscito podría convertirse en un factor de incertidumbre en los mercados de petróleo. Actualmente, el interrogante principal es saber cómo los kurdos gestionarán sus recursos si logran la independencia.
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© REUTERS/ Essam Al-Sudani

Primer escenario

Las reservas de petróleo más grandes de Irak se encuentran precisamente en las provincias kurdas. Según la agencia Bloomberg, el Gobierno del Kurdistán estima que sus reservas de petróleo alcanzan los 45.000 millones de barriles.

En 2016, la región extrajo 544.000 barriles de crudo diarios, mientras que se espera que en 2017 la producción diaria aumente hasta los 602.000 barriles. Estos volúmenes de extracción son similares a los de Ecuador y Catar.

Si el Kurdistán se independiza de Irak, sus reservas de petróleo superarán a las de Nigeria, país africano que forma parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

En caso de que el Kurdistán apuesta por aumentar unilateralmente la producción de crudo, el exceso de oferta en los mercados exteriores provocará una caída de precios, algo que la OPEP quiere evitar.

Esta es la razón por la cual la organización podría estar interesada en la adhesión del Kurdistán a la OPEP, informa el portal ruso Investing. Para el ente es muy importante que se mantengan los acuerdos alcanzandos, que prevén reducir las extracciones de petróleo y, como consecuencia, hacer subir los precios del crudo.

Segundo escenario

No obstante, este no es el único escenario que puede producirse tras el referéndum. Actualmente, el petróleo de las provincias kurdas se exporta al exterior a través del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan.

Turquía, país cuyo territorio también está habitado por minorías kurdas, se muestra extremadamente contraria al referéndum. En caso de que los kurdos voten a favor de la salida de Irak, Ankara podría cerrar el puerto de Ceyhan para los suministros kurdos, opinan Michael Knights, especialista del Instituto de Washington y Michael Rubin, experto del Instituto Empresarial Americano.

Knights considera que el posible cierre del importante oleoducto por parte de Turquía acabaría con los ingresos de la industria energética del Kurdistán.

Por su parte, Gregory Brew, en un artículo para el portal Oil Price, considera que en caso de que Irak se divida en dos países existiría la amenaza de que miles de barriles de petróleo salieran del mercado mundial, además de sumergir de nuevo en el caos a Irak.