Pyongyang reubica sus aviones de combate y refuerza sus defensas en las costas orientales tras el vuelo de los cazas estadounidenses al límite de sus fronteras.
El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur observó el vuelo de aviones de combate norcoreanos sobre la península, a la vez que los militares de ese país se movían para proteger sus fronteras costeras, informa este martes la agencia oficial de noticias surcoreana
Yonhap.
El pasado sábado, bombarderos B-1B y cazas F-15 de la Fuerza Aérea de EE.UU.
sobrevolaron aguas internacionales al este de Corea del Norte, acercándose al punto más septentrional de la zona desmilitarizada.
La misión -según dijo la portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono), Dana White- fue "una demostración de la determinación de Estados Unidos y un claro mensaje de que el presidente (del país, Donald Trump) tiene muchas opciones militares para frustrar cualquier amenaza".
Según el NIS, la razón de que Corea del Norte no tomara ninguna represalia contra las aeronaves norteamericanas podría ser que no esperaba una acción de ese tipo por parte de Washington o porque fue incapaz de actuar, ya que sus radares no pudieron detectar claramente la presencia de los aviones.
No obstante, los expertos en asuntos de Corea del Norte argumentan que dicho país evitó intencionalmente cualquier acción debido a que los bombarderos estadounidenses sobrevolaban el espacio aéreo internacional, precisa
Yonhap.
De hecho, se cree que Corea del Norte posee un sistema de radar capaz de detectar cualquier objeto volador a unos 600 kilómetros.
El lunes, el canciller norcoreano, Ri Yong-ho, dijo a los periodistas desde Nueva York (EE.UU.), que su país se reserva el derecho a
derribar a los cazabombarderos de Estados Unidos incluso si vuelan fuera del espacio aéreo del país asiático. Ri precisó que Pyongyang pretende defenderse de esta manera de la amenaza de
Trump con "destruir totalmente" a Corea del Norte. Este episodio del toma y daca entre Estados Unidos y Corea del Norte se produce en momentos de máxima tensión en la península coreana, donde EE.UU. dice que podría recurrir a todos los medios a su alcance, incluido el militar, para acabar con el programa nuclear y balístico norcoreano, y Pyongyang asegura no ver otra salida para defenderse que reforzar su capacidad nuclear.
Comentario: Tal parece que Trump por fin ha caído bajo el control del Estado Profundo, podemos ver como se hace eco de la retórica belicista y retorcida que llevamos años viendo en gobernantes títeres del Estado Profundo en el pasado. Trump fue demasiado ingenuo al pensar que podría hacer algo para cambiar el rumbo de Estados Unidos hacia una política más proteccionista y menos injerencista... parece que le faltó astucia y apoyo.
Ahora, EEUU reinicia al máximo su papel de matón y realmente parece que no considera las consecuencias. Ahora mismo se encuentra en una encrucijada histórica que puede definir su futuro, por un lado podría aceptar un mundo multipolar, dejando a un lado políticas belicistas e injerencistas - lo que bastante dudoso, porque su economía depende en gran parte de las guerras -. o "morir" en el intento, tratando de forzar su hegemonía ya bastante erosionada. Hasta ahora parece que es todo o nada; típico pensamiento infantil de entes patológicos.
Aunado a potencias económicas y petroleras -como China y Rusia- que comienzan proyectos de intercambio en sus propias monedas, vemos como otras naciones no alineadas al globalismo extremo -promovido por el Estado Profundo-, siguen la misma estrategia. Además la UE pierde fe en los "ideales" estadounidenses y se nota cada vez menos inclinada a cooperar con las políticas sin sentido del Estado Profundo. y esto no son buenas noticias para la economía de EEUU.
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