El presidente checo, Milos Zeman, cuestionó las sanciones de la Unión Europea contra Rusia al calificarlas de una "estrategia recíproca desfavorable".
Milos Zeman
© AP Photo/ Petr David JosekMilos Zeman
"El periódico alemán Die Welt acaba de publicar un artículo sobre las pérdidas de la Unión Europea por las sanciones, mientras que Rusia casi no ha sufrido perjuicios (...) Yo diría que es una estrategia recíproca desfavorable", dijo el mandatario al intervenir en la sesión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE).

El Brexit, añadió, es una "típica estrategia recíproca desfavorable" y lo mismo ocurre con las sanciones (contra Rusia)". El diario germano cifró en un total de 30.000 millones de euros las pérdidas de la UE.

Para revertir este panorama Zeman recomendó a los políticos reactivar los contactos con Moscú en todos los niveles.

"Si se busca elevar la popularidad de los líderes y hablo no solo de (presidente ruso Vladímir) Putin, entonces son bienvenidas las sanciones y el bloqueo", aseveró.

El presidente checo explicó que el mito de la "fortaleza sitiada" requiere de un líder fuerte.

"Hoy por hoy el 80% de los rusos apoya a Putin y estoy convencido de que gran parte de esa popularidad se debe solo a las sanciones", señaló.


Comentario: Ese porcentaje de popularidad se viene registrando desde hace más de 5 años, y es dudoso que en su mayoría solo sea por las sanciones. Putin y su administración, han hecho un excelente trabajo desde que fueron electos:

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Zeman puntualizó que en su caso su popularidad asciende a 51%.

"De todos modos me respalda la mayoría, no es mucho pero es mayoría", bromeó.

Las relaciones entre Moscú y Occidente sufrieron un profundo deterioro tras la reincorporación de Crimea a Rusia en marzo de 2014 en virtud de un referéndum que culminó con un aplastante sí y el conflicto armado interno en el este de Ucrania que estalló aquel mismo año.


Comentario: Esto es un tanto sesgado, Crimea fue el pretexto para lanzar de manera abierta una guerra sucia en contra de Rusia, pero el detonante fueron las políticas y las estrategias de la administración de Putin que son diametralmente opuestas a las de EEUU, y ponen en riesgo su hegemonía y su control sobre la UE.


Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un embargo a las importaciones agroalimentarias provenientes de esos países.

Las contramedidas rusas golpean a los sectores europeos de los productos cárnicos, lácteos, pescado, mariscos, frutas, verduras y frutos secos.

Según un reciente informe de la ONU, la UE pierde 3.200 millones de dólares mensuales por las sanciones antirrusas.