México es el país con mayor corrupción de América Latina, seguido de República Dominicana.
corrupción
Estas fueron las conclusiones del estudio "Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe" elaborado por Barómetro Global de la Corrupción. En este estudio se señala que en México el 51 % de sus pobladores han pagado sobornos a las autoridades en el último año.

Aunque México encabeza esta penosa lista, la situación no es muy diferente en el resto de Latinoamérica donde, de acuerdo con este mismo estudio, el soborno es una acción habitual para muchas personas que necesitan acceder a servicios básicos. En los 20 países sondeados, más de 90 millones de personas pagaron sobornos en los últimos 12 meses. Esto es, casi una de cada tres de las personas en estos países.

Aunque México encabeza esta penosa lista, la situación no es muy diferente en el resto de Latinoamérica donde, de acuerdo con este mismo estudio, el soborno es una acción habitual para muchas personas que necesitan acceder a servicios básicos. En los 20 países sondeados, más de 90 millones de personas pagaron sobornos en los últimos 12 meses. Esto es, casi una de cada tres de las personas en estos países.

Además de México, los países que encabezan esta lista son: Colombia, Perú y Venezuela que tienen el peor resultado en cuatro de los cinco indicadores: variación en el nivel de corrupción; desempeño del Gobierno frente a la corrupción; corrupción en la policía; cantidad de ciudadanos que pagan sobornos y acciones de los ciudadanos contra la corrupción. ¿Qué necesita México para salir de este bache?

México ocupa nuevamente el primer lugar en corrupción, un problema que para los gobernantes no parece ser prioritario, ya que el único intento que han planteado para combatirla es la creación de la fiscalía anticorrupción, la cual verá la luz en aproximadamente 4 años.


Comentario: No es un problema prioritario para ellos porque entes patológicos en el poder - y detrás del mismo -, son corruptos por naturaleza y se sienten como peces en el agua en entornos políticos depredadores.