De 6 a 18 meses de prisión puede acarrear la violencia psicológica contra la mujer en Venezuela. Según la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia promulgada en el país hace diez años, hay 19 delitos tipificados que pueden ser sancionados con cárcel para los agresores.
Maltratos humillantes y vejatorios, ofensas, vigilancia permanente, comparaciones destructivas o amenazas genéricas constantes son solo parte de las agresiones consideradas como violencia psicológica porque afectan la estabilidad emocional de las féminas, refiere AVN.
Comentario: Humillaciones, ofensas, comparaciones destructivas... ¿No son todas estas calificaciones algo difusas? ¿No hay acaso un factor subjetivo difícil de medir en términos precisos?... Las personas pueden sentirse muchas veces maltratadas o violentadas a partir de una mala interpretación o una excesiva dramatización de eventos que se corresponden con situaciones que realmente no revisten gravedad. Tanto hombres como mujeres en momentos de tensión o enojo pueden ofender o sentirse ofendidos con facilidad. Sin entrar en cuestionamientos morales, ¿son todas estas circunstancias comunes de la vida judicializables y legalmente punibles?
Las consecuencias más frecuentes para las víctimas son la disminución de su autoestima, depresión y hasta suicidio. Este tipo de violencia es uno de las más silenciosas, puesto que el porcentaje de mujeres que la denuncia es mucho menor al de las que denuncian casos de maltrato físico.
Comentario: ¿Y por qué son menos denunciadas? ¿No será acaso porque existe una cierta consciencia social de que no constituyen en la mayoría de los casos una violencia extraordinaria y denunciable, sino más bien eventos que surgen de las desavenencias propias de las relaciones humanas?
En la última semana, el Gobierno venezolano ha lanzado la campaña 'La paz comienza en casa, no más violencia contra las mujeres', luego del feminicidio de la dirigente social y activista chavista Sheila Silva, asesinada por su pareja a finales de octubre.
Comentario: ¿Quién puede cuestionar que el asesinato es un rompimiento grave de la ley? ¿Quién podría cuestionar una condena al criminal?... La cuestión es que no puede equipararse un homicidio (sea este cometido por un hombre o una mujer) a una "ofensa" que puede herir la sensibilidad única y particular de una persona.
Sin embargo, lo más preocupante para las organizaciones es la impunidad. De acuerdo a datos de Naciones Unidas (ONU), pese al aumento mundial de la incidencia de feminicidios y otras formas de violencia en los últimos años, se estima que el 98% de los casos no culminan con la imposición de sanciones penales a los agresores.
Comentario: ¿Qué está pasando en nuestra sociedad? ¿En qué momento la aspiración de la ley a ser objetiva e imparcial se perdió en medio de una maraña de apreciaciones antojadizas y subjetivas?... Un crimen contra otro ser humano es un crimen y ya, ¿cuándo fue que la ley en vez de aplicarse en base al crimen cometido, ahora se aplica en base al género del supuesto criminal?
El rumbo que está tomando este supuesto progreso social (o así intentan venderlo al menos) es un rumbo de colisión. La justa lucha de antaño por conseguir derechos humanos igualitarios para las mujeres, subrepticia y lentamente se ha convertido en la búsqueda de un empoderamiento desproporcionado de la mujer a costa de la depreciación del hombre rebajándolo a la categoría de bestia bruta. La cuestión hoy día no es la búsqueda de respeto y trato igualitario ante la ley, sino más bien tomar venganza y humillar a quienes han sido sus opresores desde tiempos remotos. Da la sensación de que el abuso y la violencia que tanto han sufrido las mujeres durante siglos, en vez de haberles enseñado cuando daño causa a la sociedad, solo ha sumado rencor y deseo de venganza.
La causa que persigue este moderno feminismo esta cargada de autoritarismo, intolerancia, y violencia. Pero desgraciadamente estas oscuras características que cualquiera con dos dedos de frente rechazaría de plano, están astutamente escondidas tras una retórica que abunda en términos como igualdad, derechos humanos, libertad y otros. Hay que traspasar esta capa de verborragia protocolarmente adecuada para penetrar su verdadero núcleo totalitario y abusivo.
¿Usted cree que podríamos estar exagerando?... Entonces vea como el avance de la "visión" postmodernista de la sociedad crea situaciones tan absurdas como esta: Condenado a un mes de multa un hombre en Valencia por soltar una ventosidad durante una discusión con su pareja.
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