La canciller alemana no logró acuerdos para formar un nuevo gobierno; es la peor crisis política en 70 años.

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© Bundestag / El Economista
Berlín. Alemania dejó de ser el oasis de estabilidad europeo. La canciller alemana Angela Merkel vio como sus aspiraciones para empezar la legislatura tras su débil victoria en las elecciones de septiembre se difuminan al recibir el primer revés de los liberales (FDP) que anunciaron que se retiraban de las negociaciones para formar un gobierno tripartito junto a los ecologistas.

La negativa de los socialdemócratas sólo confirmó lo peor: Alemania se aboca a repetir elecciones.

El terremoto político es tal en un país acostumbrado a la negociación y al compromiso político, que la influyente revista Der Spiegel escribe en su página web que el país está confrontado a su "momento Brexit alemán, a su momento Trump".

La propia Merkel, en una entrevista al canal de televisión pública ZDF, lo confirmó: "Mi punto de vista es que unas nuevas elecciones son el mejor camino". En la entrevista, la canciller descartó otra opciones. "Yo no tengo planeado un gobierno en minoría", aseguró.

Debilitada como nunca en 12 años de poder, la canciller que perdió votos en favor de la extrema derecha (AfD), impulsada por un descontento creciente ante la llegada de más de 1 millón de refugiados, rechazó toda idea de dimitir.

German Chancellor Angela Merkel
La canciller alemana Angela Merkel
Merkel no planea bajar los brazos a pesar de las crecientes críticas de las que es objeto, incluso dentro de su partido. En lo inmediato, la canciller espera ver si el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, un socialdemócrata, logra convencer a su partido reconsiderar su rechazo a gobernar con ella. Una fórmula que le daría un gobierno de mayoría. Los socialdemócratas del SPD reiteraron que no querían más "la gran coalición" actual con los conservadores, que dirige el país desde el 2003, y que prefieren la oposición.

Para Alemania la situación actual implica la peor crisis política desde 1949. Nunca antes un partido que había ganado las elecciones no consiguió formar gobierno. Y nadie sabe todavía qué solución habrá. "Estamos en una situación que nunca se ha dado en la historia de la República Federal de Alemania, en casi 70 años", recordó Steinmeier, quien tiene la potestad de aprobar un gobierno de minoría o de disolver el Parlamento y convocar a nuevas elecciones.

La canciller venía negociando la formación de un gobierno desde hacía un mes. Consultó con los Verdes y con el Partido Liberal FDP. Mientras los primeros flexibilizaron sus posturas hasta el "umbral del dolor", según dijo uno de sus principales dirigentes, los liberales optaron finalmente por dar el portazo. La coalición conocida como Jamaica, por los colores que identifican a los partidos, hubiera sido una total novedad a nivel federal en Alemania.

Posibles escenarios

La primera opción es avanzar sobre un gobierno en minoría de la (CDU/CSU). De esta manera la canciller sería elegida en el Bundestag para su cuarto mandato con el apoyo de FDP o los verdes con el fin de evitar un bloqueo, pero no contará con una mayoría propia y deberá negociar arduamente con cada partido para aprobar cada ley, generando una mayor inestabilidad.

La segunda opción podría ser aún peor en términos de estabilidad, e implica llamar a nuevas elecciones con la expectativa de mejorar el relativamente bajo desempeño de la CDU. Se perfila como la opción más probable tras la ruptura de las negociaciones.

La tercera opción y muy remota, es convencer a los socialdemócratas de que vuelvan a formar con Merkel la llamada gran coalición o que los liberales vuelvan a la mesa de negociación.