Burkina Faso, en el occidente de África, está viviendo una creciente jornada de protestas.

Informes indican que los soldados que protestaban sobre sus condiciones salariales y de trabajo están saqueando tiendas y puestos de mercado en la capital Ouagadougo.

Cientos de propietarios de comercios han respondido atacando el ayuntamiento y quemando la sede del partido gobernante.

El viernes el presidente Blaise Compaore disolvió el gobierno y nombró a un nuevo jefe del ejército en un intento por afianzar su autoridad.