Las expectativas de crecimiento económico en todo el mundo llevaron que los inversionistas dirigieran sus miradas hacia el yen, el euro y las monedas de mercados emergentes, dejando al dólar fuera del juego, escribe Ira Iosebashvili para The Wall Street Journal (WSJ).
dolar fall
© Internet¡Ojo porque raspa un poco...!
El índice del dólar respecto a las principales monedas se negocia en los niveles más bajos de los últimos tres años, mientras tanto el euro está en máximos de tres años y el yuan se fortaleció frente al dólar al nivel máximo de los últimos 25 meses, añade el diario Expert.

Los pronósticos económicos optimistas en la eurozona se hacen en el contexto de un endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo, el mismo patrón se observa en Japón. En esta situación, el dólar deja de ser atractivo, puesto que los inversores tienen alternativas reales.

En el mundo se observa un cambio significativo respecto al dólar: Europa y Japón están atrayendo cada vez más inversionistas, comentó Mark McCormick, estratega de TD Securities, citado por WSJ.

Últimamente, la tasa del dólar fue determinada en gran medida por las expectativas de un aumento de las tasas de la Fed. Sin embargo, las noticias, que potencialmente deberían fortalecer el dólar, ahora no producen este efecto, dicen los expertos.

Al mismo tiempo, la reforma fiscal de Trump aumentará el déficit presupuestario en EEUU, lo que también presionará al dólar en 2018. En este contexto, la moneda estadounidense puede perder algo más de su valor.

Varios analistas señalan que el debilitamiento del dólar tendrá también consecuencias positivas, en primer lugar, para los exportadores estadounidenses. Además, esta dinámica agregará motivos para un aumento más dinámico de las tasas de la Fed. Al mismo tiempo, existe el riesgo de un aumento inflacionario que excederá los niveles propuestos del regulador estadounidense.

La autora resume que en cualquier caso, los inversores se centrarán en Japón y Europa en busca de rentabilidad, donde apenas comienza el ciclo de normalización de la política monetaria de los bancos centrales.