Al menos cinco policías perdieron la vida en los violentos disturbios que se desataron la noche del lunes en el barrio de Pasdarán, en el noroeste de Teherán, la capital iraní. La Policía llevó a cabo una operación de limpieza en la zona, restaurando la calma y la seguridad.
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Todo comenzó después de que un grupo de supuestos derviches pidiera la liberación de uno de sus integrantes, arrestado durante un intento de robo.

Tras la negativa de la policía a acceder a la demanda de los alborotadores, cientos de ellos comenzaron a agredir a las fuerzas de seguridad y bloquearon las calles creando atascos.

Poco después comenzaron a atacar las propiedades públicas y privadas En medio de los choques, atropellaron a varios agentes de policía con un autobús y un automóvil.

La policía informó haber detenido a unos 300 alborotadores después de que venciera su ultimátum a las 4 de la madrugada. Entre ellos están los conductores de los vehículos implicados en los atropellos.

Los enfrentamientos dejaron varios heridos en ambos bandos, pero ninguno de los alborotadores perdió la vida.

La Policía de Teherán ha anunciado que no tolerará ningún acto que busque alterar la seguridad y el orden público