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Los documentos internos de la prisión de Guantánamo, Cuba, publicado en The Times el lunes fueron un escalofriante recordatorio de la catástrofe moral y legal que el presidente George W. Bush creó allí, afirma hoy en un editorial The New York Times titulado "Los papeles de Guantánamo".

"Ellos describen el caos, la anarquía y la incompetencia en el sistema de su administración para decidir la culpabilidad de los detenidos o la inocencia y la evaluación de si serían una amenaza en caso de ser liberados", añade el diario.

Asegura que hombres inocentes fueron detenidos en base a escasa o inexistente evidencia y sometidos a detención prolongada, a menudo con abuso y tortura: "algunas personas que fueron puestas en libertad más tarde actuaron en contra de los Estados Unidos. Los presos que se suicidaron eran considerados sólo como un problema de relaciones públicas."

The New York Times añade que "evidencia obtenida de la tortura y los no corroborados rumores de compañeros de prisión llenan los más de 700 documentos secretos obtenidos por The Times y otras organizaciones de noticias". Pone como ejemplo el caso de Mohammed al-Qahtani, un saudí que se cree ha sido participante en los atentados 11 de septiembre 2001, fue amarrado como un perro, humillado sexualmente y obligado a orinarse encima.

El diario asegura que "algunas evaluaciones se basaron en insinuaciones, chismes o información suministrada por personas cuyos motivos eran poco fiables y cuya información más tarde resultó ser falsa. Haji Jalil fue capturado en 2003 después de que un funcionario de inteligencia de Afganistán dijera que había tomado "parte activa" en una emboscada que mató a los soldados estadounidenses. Él fue enviado a casa dos años más tarde, un retraso inexcusable, después de que funcionarios estadounidenses determinaron que el Sr. Jalil había sido utilizado para dar cobertura a la participación de los oficiales de inteligencia y otros en el ataque."