La cantidad de inundaciones y fenómenos naturales relacionados se cuadriplicó desde 1980 y se duplicó desde tan solo 2004. A su vez, la cantidad de olas de calor, sequías y fuegos forestales también se duplicó, así como la de tormentas y tifones.
Así lo afirma un nuevo informe del European Academies' Science Advisory Council (Consejo Asesor de las Academias Científicas Europeas, o EASAC), un ente que reúne la visión de 27 academias de ciencia nacionales de Europa.
El documento, titulado 'Fenómenos de tiempo extremo en Europa: preparándose para la adaptación al cambio climático', es una actualización del informe del mismo nombre del año 2013.
"El informe ha sido actualizado con nuevos datos que confirman nuestras conclusiones originales: hubo y hay un aumento considerable de la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos", aseveró el profesor Michael Norton, director del programa medioambiental del EASAC.
Según el científico, el ritmo de los cambios pone de relieve la necesidad de introducir políticas y enfoques para la protección de los efectos del cambio climático, que ahora deben verse introducidos más ampliamente en las estratégicas medioambientales de los países europeos.
Una importante adición al documento ha sido el análisis de la relación entre el derretimiento del hielo en el Ártico y los múltiples casos del frío anómalo más al sur de lo habitual, como en el este de EEUU y en Europa.
El documento cita varios estudios recientes que demuestran una relación positiva entre el calentamiento en el Ártico y los inviernos más severos en el Hemisferio Norte, aunque admite que es un fenómeno "recién salido de los límites de la variabilidad natural" y se requiere más observación para determinar los casos.
¿Hay que temer por la corriente del Golfo?
El documento trata también una preocupación 'popular' sobre el posible debilitamiento o incluso desaparición de la corriente del Golfo, el factor clave para el clima del noroeste de Europa.
Según los datos del EASAC, "un notable debilitamiento" del fenómeno natural ha sido registrado en los últimos años, aunque está por debatir si es posible que desaparezca por completo frente al flujo del agua dulce de los hielos derretidos de Groenlandia o de las precipitaciones en el Hemisferio norte.
Qué se puede hacer
A diferencia de muchos de los estudios de este tipo, el EASAC no recomienda exclusivamente preocuparse por los acuerdos internacionales y la transición hacia las energías renovables.
El artículo que introduce el informe actualizado hace las siguientes recomendaciones para considerar y aplicar respecto al cambio climático, entre otras:
- Tener más información. Adaptarse a un nuevo modelo climático requiere datos para poder pronosticarlo, y hay que concentrar esfuerzos en este ámbito.
- Introducir sistemas de alerta temprana sobre las inundaciones e intercambiar experiencias en contenerlas.
- Proteger la agricultura ante los fenómenos naturales extremos y tener planes para el caso de pérdidas repentinas.
- Empezar a actuar. Hay muchas barreras para adoptar medidas preventivas contra los fenómenos naturales extremos que están por llegar, pero es lo que se debe hacer ahora para minimizar las consecuencias en caso de que se produzca.
Comentario: Cada minuto que pasa se hace más necesario comprender qué está ocurriendo. Como desde SOTT hemos expuesto repetidas veces, todos estos eventos son parte de un cambio natural del clima. Para entender lo que está sucediendo en nuestro planeta y por qué está teniendo lugar ahora, no te pierdas nuestro libro en inglés: Cambios planetarios y la conexión humano cósmica.
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