La embajadora de EE.UU. ante la ONU ha revelado tres objetivos de su país respecto a la situación de Siria.

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© Eduardo Munoz / ReutersLa representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley.
El deseo de Washington es "ver a las tropas estadounidenses regresando a casa, pero no vamos a irnos hasta que sepamos que hemos logrado nuestros objetivos", ha declarado la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, a la cadena Fox News.

"Cuando nos vayamos, será porque sabemos que todo está avanzando", ha aclarado esta diplomática.


Comentario: Que las cosas estén avanzando para EE.UU. no significaría nada bueno. Lograr sus objetivos en Siria significa destruir al país, quitar a Assad del poder y permitir que lo gobierne algún líder servil a EE.UU., es decir, alguno de sus terroristas yihadistas que atormentan constantemente a la población siria. Afortunadamente, es casi imposible que puedan lograrlos ahora que Rusia ha colaborado con Siria para liberarla de sus ejércitos subsidiarios y fortalecer a su ejército.



Haley ha estimado que las actuales relaciones entre EE.UU. y Rusia son "muy tensas", pero ha asegurado que los norteamericanos tienen intención de mejorarlas.

Asimismo, esta alta funcionaria ha manifestado que los objetivos de Washington son asegurar que ningún país utilice armas químicas de modo que ponga en riesgo los intereses de EE.UU., la derrota del grupo terrorista Estado Islámico y observar la situación en Irán, "una amenaza para los intereses" estadounidenses.


Comentario: Deberían entonces empezar por deshacerse de su propio arsenal de armas químicas en vez de perseguir a un país que no las posee, como Siria.


A finales de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su intención de retirar las fuerzas norteamericanas de Siria "muy pronto".


Ataque sin pruebas

EE.UU. Reino Unido y Francia decidieron bombardear Siria la madrugada del 14 de abril en respuesta al supuesto ataque químico llevado a cabo la semana pasada en la ciudad de Duma (Guta Oriental), del que Occidente acusa al Gobierno de Bashar al Assad sin tener ninguna prueba.

Rusia, por su parte, condenó "con la mayor seriedad el ataque a Siria" y que "con sus acciones, EE.UU. agrava aún más la catástrofe humanitaria en Siria, afecta a la población civil, y de hecho consiente a los terroristas que han estado atormentando al pueblo sirio durante siete años".