El presidente ruso, Vladimir Putin, mostró su disposición a reparar los lazos con la Unión Europea con su visita a Viena, su primer viaje al bloque comunitario desde su reelección.

Putin
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En una entrevista emitida la víspera del viaje de este cinco de junio, Putin desmintió la existencia de una conspiración rusa para dividir y debilitar la UE estableciendo lazos con los euroescépticos y los movimientos populistas.

"Al contrario, debemos ampliar nuestra cooperación con la UE", dijo a la cadena pública austriaca ORF, señalando que el bloque es el socio comercial más importante de Rusia.

Con esta visita a Austria al comienzo de su cuarto mandato, Putin ha escogido uno de los pocos países occidentales que buscan mantener un diálogo con Moscú, pese a las diferencias por la implicación de Rusia en los conflictos de Ucrania y Siria.

Kurz aboga por levantamiento de sanciones a Moscú

A diferencia de otros muchos países europeos, el Gobierno conservador austriaco no expulsó a diplomáticos rusos tras el envenenamiento del exagente doble ruso Serguei Skripal y su hija Yulia en Reino Unido.

Está previsto que Putin llegue a Austria a primera hora de la tarde y se reúna con su homólogo Alexander Van der Bellen, así como con el canciller, Sebastian Kurz.

Este último aboga por un levantamiento progresivo de las sanciones de la UE a Moscú si hay avances para apaciguar el conflicto ucraniano. Su socio de coalición, el ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ), defiende incluso con mayor vehemencia la eliminación de las sanciones.

El partido euroescéptico mantiene un acuerdo de cooperación con Rusia Unida, el partido de Putin. Viena y Moscú también tienen intereses comunes en el campo de la energía, ya que Austria es una de las principales vías de entrada del gas ruso.

VT (dpa, dlf)