Traducido por el equipo de Noticias al Frente

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha dicho que le da la bienvenida a la presencia de Rusia en América Latina.

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«La presencia de Rusia en América Latina es importante por razones geopolíticas, y quiero saludar este deseo: el deseo de Rusia de cooperar con Bolivia», ha proclamado Morales desde Moscú, donde se encuentra actualmente en una visita de Estado.

Expresando la esperanza de que Rusia esté presente «en toda América Latina», el líder boliviano declaró su apoyo a las políticas del presidente ruso Vladimir Putin.

«Apoyamos a Putin en su política de garantizar la paz en todo el mundo respetando la justicia social, y trabajar juntos para el beneficio de la humanidad siempre será nuestra responsabilidad», enfatizó Morales.

El presidente de Bolivia también anunció que se ha reunido con representantes de compañías rusas que, según sus palabras, están muy interesadas en invertir en la producción de litio y acordaron reunirse con funcionarios de ministerios y departamentos bolivianos para estudiar el asunto.

Además, Morales dijo que se reunió con representantes del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Rusia, que desean cooperar con Bolivia en el desarrollo de depósitos.

Mientras tanto, el presidente boliviano calificó de políticamente motivado el arresto del ex presidente brasileño Lula y comentó las relaciones bilaterales con Brasil, incluida la posible elección del «aspirante neoliberal de Trump», Jair Bolsonaro.

Morales afirmó que se está implementando un «nuevo plan Cóndor» en América del Sur. Según él, la diferencia con la década de 1970 es que los nuevos golpes son políticos, no militares.

La «Operación Cóndor» fue una campaña orquestada por los EE. UU. De violentos golpes de Estado, represión y terror contra movimientos antineoliberales en América del Sur en los años setenta y ochenta. Según algunas investigaciones, la «matanza de cóndores» resultó en el asesinato de aproximadamente 60,000 personas. Los principales objetivos de esta violencia fueron los movimientos de izquierda populares y las personas consideradas «pro-soviéticos».

«Estas estafas no son golpes militares ahora», dijo el político, que actualmente visita la capital rusa, Moscú.

Morales agregó que ningún presidente de «derecha» ha sido depuesto en las últimas décadas, a diferencia de lo que ha sucedido con los presidentes izquierdistas populares, como en el caso del «golpe de Estado en el Congreso contra Dilma», el último presidente electo de Brasil, antes que ella reemplazado por el títere estadounidense Michel Temer.

El jefe de Estado también aprovechó la oportunidad para expresar su apoyo al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo arresto, según Morales, fue político.

Al comentar sobre las elecciones presidenciales en Brasil, que se celebrarán en octubre próximo, Morales dijo que Bolivia respetará el resultado de las elecciones en el país, independientemente de quién gane: de derecha o de izquierda.

Sin embargo, el líder boliviano dijo que en el caso de la hipotética victoria de Jair Bolsonaro, las relaciones con el país deben cambiar.

«No habrá química, como con Lula, para pensar en los más necesitados», argumentó.

«Donde vuelve el derecho o el neoliberalismo, la pobreza y la injusticia crecen», según comentó Morales.

Sin embargo, el presidente concluyó que «[Bolivia] seguirá el resultado de las elecciones, ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha, para respetar [el resultado] y poder trabajar juntos».