El jefe de las tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kirílov, afirmó que el supuesto ataque químico en la ciudad siria de Jan Sheijun, el 4 de abril de 2017, fue escenificado mediante la detonación de una bomba de baja potencia en la superficie.
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"Las características del cráter evidencian que es resultado de la detonación de un artefacto explosivo de baja potencia, no de una bomba de aviación lanzada desde un avión", declaró Kirílov. El experto destacó que "el cráter fue llenado de hormigón a toda prisa antes de que concluyera la investigación".

También se mostró desconcertado por la presencia de personas sin los medios de protección adecuados en las fotos y en los vídeos hechos en las primeras horas que siguieron al supuesto ataque. "El hecho apunta a que no había sarín, pues la detonación de un proyectil con carga química genera una concentración letal dentro del cráter y en sus inmediaciones. Ninguna persona que estuviese cerca, incluyendo las que prestaban auxilios a las víctimas, evitaría una muerte inmediata", señaló Kirílov.

Añadió que al realizar investigaciones sobre incidentes químicos en Siria, fue violado el principio de una estricta secuencia de acciones para preservar las evidencias. "Al realizar investigaciones sobre estos incidentes, se violó el principio fundamental del control continuo: Chain of custody, que consiste en observar una secuencia estricta de acciones para garantizar la preservación de las evidencias", dijo Kirílov.

El desprecio por los estándares de la OPAQ "provocó contradicciones, inconsistencias y la falsificación de hechos en los informes sobre los resultados de las investigaciones que tienen un carácter antisirio", sentenció el experto.

Además, el jefe de las tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia, al intervenir en una rueda de prensa, denunció los intentos de países occidentales, ante todo de EEUU, Reino Unido y Francia, de politizar el trabajo de la OPAQ. "Se organizó una campaña para convertir la OPAQ en una estructura politizada, con poderes de lanzar veredictos acusatorios contra ciertos Estados y sus dirigentes", dijo.

Subrayó que Rusia siempre trata de operar con hechos concretos y argumentos, mientras que sus socios occidentales rehúsan una discusión sustancial acusando a Rusia de minar la autoridad de la OPAQ. Rusia, enfatizó, "aspira a ayudar a esta organización a superar los problemas y defectos para impedir que su trabajo esté politizado y parcial".

Kirílov denunció también que la misión de la OPAQ demora la investigación del presunto uso de armas químicas en Siria dejándose llevar por los intereses de EEUU y recordó que el informe final sobre los incidentes en Ltamenah fue publicado un año después de que se detectaran los ataques químicos.

El funcionario ruso destacó que las autoridades de Siria destruyeron una instalación de la ciudad de Al Maliha que formó parte del programa químico. Agregó que las materiales correspondientes fueron enviados a los expertos de la OPAQ. "Fueron destruidas en Siria todas las sustancias tóxicas, el país aplica todos los esfuerzos para cumplir con sus obligaciones asumidas para destruir instalaciones relacionadas con el antiguo programa químico y militar", dijo.

Según Kirílov, de momento, Siria está trabajando en el desmantelamiento de la última instalación química en Tel Kurdi.

Las únicas armas químicas en Siria están en posesión de los Terroristas

​Asimismo, sostuvo que "los especialistas de las tropas rusas de Defensa Radiológica, Química y Biológica, hallaron más de una vez laboratorios químicos clandestinos y depósitos de sustancias tóxicas de los terroristas", dijo Kirílov. "Más de 40 toneladas de sustancias tóxicas fueron encontradas en territorios liberados en el país árabe", agregó

armas químicas isis
© SputnikLaboratorio químico de los radicales en Duma
Como ejemplo recordó que el 9 de noviembre de 2017 en Al Zahiriyah se localizó un almacén con cinco depósitos de 840 litros cada uno, así como un laboratorio para la producción artesanal de sustancias tóxicas y que el pasado 17 de abril los militares rusos descubrieron un laboratorio químico y un depósito de sustancias químicas minados donde los terroristas producían sustancias explosivas y tóxicas.

Según Kirílov, estos datos "fueron presentadas a los inspectores de la OPAQ que trabajaban en Duma pero no les suscitaron ningún interés por motivos evidentes para nosotros".

También destacó que "las autoridades sirias en repetidas ocasiones pidieron a la OPAQ que enviara sus especialistas a los lugares donde fueron encontrados [distintos laboratorios y depósitos], pero la organización rechazó la invitación aduciendo motivos de seguridad, o explicaban hallazgos, como el cloro, por su uso en la desinfección de piscinas".

Hablando del equipamiento necesario para sintetizar gas mostaza, así como de los reactivos encontrados en Duma, dijo que algunos de estos habían sido producidos en países europeos y América del Norte.

Conclusiones de la OPAQ

El 13 de junio la Misión de Búsqueda de Hechos de la Organización para la OPAQ publicó un informe donde indicó que "con una alta probabilidad se usó sarín como arma química, en Ltamenah, en Siria, el 24 de marzo de 2017". El Ministerio de Exteriores ruso cuestionó las conclusiones de la OPAQ indicando que los métodos de la misión aún están lejos de los requisitos para recopilar y analizar información sobre el presunto uso de sustancias venenosas.

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, denunció que la investigación de la misión se basó en "ciertas pruebas materiales proporcionadas por ONG anónimas que operan en los territorios controlados por los rebeldes", lo que "viola gravemente los principios básicos de la OPAQ".

Al intervenir ante diplomáticos extranjeros acreditados en Moscú, el alto cargo de Defensa constató que las conclusiones sobre el supuesto uso de agentes tóxicos en Latamna (24, 25 y 30 de marzo de 2017), Jan Sheijun (4 de abril de 2017) y Saraqib (4 de febrero de 2018) se hicieron sin inspecciones sobre el terreno, lo que "cuando menos, evidencia la falta de profesionalismo" en la investigación.

El 14 de abril, Estados Unidos, Francia y Reino Unido bombardearon Siria con el pretexto de que se usaron agentes tóxicos que, según la controvertida ONG Cascos Blancos y las facciones armadas que operan en la zona, tuvo lugar el 7 de abril en Duma (Guta Oriental). El ataque del eje occidental se produjo el mismo día en el que los expertos de la OPAQ debían iniciar sus investigaciones en el lugar de los hechos.

Moscú, por su parte, calificó el presunto incidente de Duma de "montaje" y criticó enérgicamente el ataque occidental contra Siria, "un Estado soberano que está en la primera línea de la lucha contra el terrorismo".

Damasco ha rechazado las acusaciones vertidas por Occidente y recordó que tiene destruido todo su arsenal de agentes tóxicos, algo que fue verificado por la misma OPAQ en 2016.