"Hay que parar la judicialización de la política. ¡Que nos derroten en las urnas, no con sus artimañas!", reivindica el expresidente ecuatoriano.
rafael correa
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El expresidente de Ecuador Rafael Correa ha comentado a RT la orden de prisión preventiva dictada en su contra por la jueza Daniella Camacho.

"No es que yo tengo una orden de arresto por la Justicia ecuatoriana. Tengo una orden de arresto por la Injusticia ecuatoriana. Ecuador no es un Estado de derecho", afirma el exmandatario.

"¿Cuál es el marco legal con que se nombró al contralor, que es el instrumento de persecución del actual Gobierno ecuatoriano? ¿Con qué marco legal constitucional se nombró al fiscal, que es el que me persigue?", pregunta Correa, agregando que el fiscal fue "nombrado a dedo, sin concurso, con la consigna de meterme preso".

La orden de prisión preventiva fue dictada después de que el exmandatario no se presentara en la sede de la Corte Nacional de Justicia en Quito para declarar por su presunta implicación en el caso del secuestro de Fernando Balda, un exlegislador del país latinoamericano, ocurrido en 2012.

En lugar de comparecer ante la sede judicial en Ecuador como vinculado en la fase indagatoria del proceso, el expresidente se presentó en el Consulado de Ecuador en Bélgica, donde reside con su familia desde hace un año. Además de la orden de detención, la jueza aceptó la petición de la Fiscalía de solicitar a Interpol su arresto y extradición.

"Vieron que con falsos testimonios podían involucrar al presidente"

Comentando el caso del secuestro de Balda, Correa denuncia que es una "gran ridiculez que no tiene ninguna perspectiva de éxito a nivel internacional". Balda "estaba huido de la Justicia ecuatoriana" y "se dedicaba a acciones ilegales en Colombia", afirma el expresidente, subrayando que "es claro que se trata de un abuso policial". "Trataron de capturarlo unos policías y vieron que con falsos testimonios podían involucrar al propio presidente de la República", denuncia Correa.

Por otra parte, manifesta "tener fe" en que la Interpol rechace la orden de detención "por lo evidentemente político del caso".

"La estrategia hacia mí es o matarme-me suspendieron, por ejemplo, la seguridad presidencial-o meterme preso en Ecuador o impedir que regrese a mi patria", afirma Correa.

"No hay ninguna prueba, ningún indicio contra mí"

Al mismo tiempo, señala que no existía necesidad de una medida cautelar, ya que estaba colaborando con la Justicia. "Di mis testimonios, siempre estuve a la orden", subraya.

"Saben que resido en Bélgica. El Fiscal pide que me presente en el Consulado de Bélgica cada 15 días, pero la jueza [...] impone que me presente cada 15 días en Ecuador sabiendo que es imposible", dice el exmandatario.

"No hay ninguna prueba, ningún indicio contra mí", enfatiza Correa a la vez que tacha la orden de detención de mecanismo "absolutamente ilegal que sería imposible en cualquier país". "Pero el mundo mira hacia otro lado. Si esto hubiera pasando en mi Gobierno con un opositor político ya estaría en el Tribunal Internacional de La Haya", recalca el exmandatario.

"Hay que parar la judicialización de la política. ¡Que nos derroten en las urnas, no con sus artimañas!", reivindica.

"Se está cooptando la Justicia para perseguir a dirigentes de izquierda"

Hablando sobre la situación a nivel regional, el expresidente recuerda que el suyo no es el único caso, citando las acusaciones contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner y el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. "Lo que están haciendo contra mí, este es el quinto-sexto caso", dice Correa, recordando que ha sido acusado de preventas petroleras mal hechas, de contratos petroleros mal negociados, de crimen organizado, de tráfico de influencias, y "todo en los últimos meses", porque "vieron la estrategia de judicialización de la política".

"Es evidente que se está cooptando la Justicia para perseguir a dirigentes de izquierda", destaca el exmandatario. "Más daño que a nosotros, están haciendo daño a nuestras democracias, a nuestros países, a la institucionalidad tan fundamental para el buen vivir", concluye Correa.

Mientras tanto, diversas personalidades y líderes mundiales ya han expresado su solidaridad con el exmandatario ecuatoriano. El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha criticado la "politización de la justicia ecuatoriana" y ha denunciado además la "injerencia de EE.UU. en intención de encarcelar a un inocente". También se solidarizaron con Correa el expresidente peruano Ollanta Humala y el expresidente colombiano Ernesto Samper.