El texto, que aparentemente fue escrito entre finales de 1978 y comienzos de 1979, evidencia un plan para convertir varios kilómetros de terrenos palestinos en un área de asentamiento judío.

campamento beduino Palestina
© Ronen Zvulun / ReutersVista general del campamento beduino de Al-Khan Al-Ahmar, cerca de Cisjordana, 30 de mayo de 2018.
El actual ministro de Agricultura de Israel, Uri Ariel, ya planeaba, hace 40 años, el desalojo de los beduinos que viven al este de Jerusalén, según se desprende de un documento titulado 'Una propuesta para planificar la región de Ma'aleh Adumim y establecer el asentamiento comunitario de Ma'aleh Adumim B', revelado por el periódico Haaretz.

El texto, que aparentemente fue escrito entre finales de 1978 y comienzos de 1979, evidencia un plan para convertir varios kilómetros de terrenos palestinos en un área de asentamiento judío o, como él lo denominó, un "corredor judío", desde la costa hasta el río Jordán.

Gran parte del plan se ha ejecutado -señala el diario- a excepción del desalojo de todos los beduinos de la zona. Por ello la policía ha acelerado recientemente la demolición de las casas de la tribu beduina Jahalin en Al-Khan Al-Ahmar, en Cisjordania; una comunidad que se ha convertido en la insignia de la resistencia contra los esfuerzos de la ocupación israelí. Recientemente, en esta zona se vivió una batalla campal cuando las autoridades de Tel Aviv iniciaron una nueva demolición, usando la violencia contra los manifestantes.

"Esta propagación debe detenerse"

El documento que reveló Haaretz dice que Ariel consideraba que "el asentamiento urbano/rural árabe se está extendiendo a un ritmo increíble a lo largo de la ruta desde Jerusalén hacia el este" y por ello pensaba que "esta propagación lineal debe detenerse de inmediato".

Por esa razón, presentó como solución construir barrios urbanos que se conviertan en parte de Jerusalén y "cerrar administrativamente el área de las aldeas árabes por medio de un plan apropiado".

En 1980 algunas familias beduinas Jahalin fueron desalojadas de sus hogares; la expulsión se repitió en 1994 y a finales de la década de 1990. Sin embargo, miles de beduinos han permanecido en pie, aunque en condiciones de vida cada vez más difíciles, porque han visto reducida sus áreas de pastoreo y el acceso al agua, debido a la construcción de los asentamientos israelíes, las carreteras y las zonas que se han tomado para ejercicios militares.