© InternetEs como una hormiga luchando contra una locomotora...
Comentario: La misma historia se repite una y otra vez. Por un lado Donald Trump parece tener la intención de acabar con la agenda de intervencionismo violento y mantener relaciones más sanas con el resto de las naciones del mundo, mientras que por el otro, el establishment norteamericano busca constantemente arruinar cada pequeño paso dado por el primer mandatario en esta dirección.
En un comunicado difundido a través de su misión ante las Naciones Unidas, el Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano recordó que detuvo las pruebas de misiles, desmanteló un sitio de pruebas nucleares y comenzó a devolver los restos de estadounidenses muertos en la Guerra de Corea, pero lamentó las continuas críticas de los funcionarios norteamericanos.
"Esperábamos que estas medidas de buena voluntad contribuyeran a romper la gran barrera de desconfianza existente entre Corea del Norte y EE.UU. y a establecer la confianza mutua. Sin embargo, EE.UU. respondió a nuestras expectativas incitando a las sanciones internacionales y la presión contra Corea del Norte", reza el comunicado. "No hay garantía de que continúe el ambiente de estabilidad en la península coreana"
Comentario: Es lógica la reacción norcoreana. ¿Qué más se podía esperar? Claramente hay individuos en Washington que no ven con buenos ojos sentar las bases para una existencia más pacífica tanto con Corea del Norte como con Rusia, Irán, Siria, China y otros nominados como enemigos de la "gran nación indispensable".
El documento lamenta que algunos funcionarios estadounidenses "actúen contra el presidente Trump" y su intención de mejorar las relaciones entre las dos naciones, y acusa a Washington de aferrarse a un "guión de actuación obsoleto" que todas las Administraciones anteriores ya intentaron usar, pero "fracasaron".
En este contexto, "no se puede esperar ningún progreso en la implementación" del acuerdo conjunto entre los dos países y "no hay garantía de que la atmósfera duramente ganada, de la estabilidad en la península de Corea, continúe", asevera.
Aun así, la Cancillería afirma que sigue deseando "mantener las intenciones" de los líderes de Corea del Norte y EE.UU. y "generar confianza e implementar de buena fe la declaración conjunta paso a paso". "EE.UU. debería, incluso en este momento tardío, responder a nuestros esfuerzos sinceros de manera correspondiente", concluye.
Esta semana, el asesor del presidente de EE.UU. para la Seguridad Nacional, John Bolton, afirmó que el Gobierno de Corea del Norte no ha emprendido los pasos necesarios para desnuclearizar su región.
Comentario: John Bolton es un halcón de guerra que actúa como vocero del llamado Estado Profundo norteamericano. Lo única acción posible que aceptaría EE.UU. como acto de buena voluntad por parte de Corea del Norte sería la sumisión y obediencia completa a los mandatos de Washington sin exigir nada a cambio. Obviamente esto nunca va a ocurrir.
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