Aunque la cumbre ruso-turca de Sochi haya llegado a un acuerdo sobre Idlib, no será fácil para Ankara cumplir sus compromisos. ¿Podrá Turquía hacer frente a los terroristas, que rechazarán a buen seguro el acuerdo?

Erdogan y Putin
© Sputnik / Sergey Guneev
La cumbre de Sochi resultó en un compromiso para que las instituciones estatales sirias reanuden sus actividades en la provincia de Idleb, en el noroeste del país, en tres etapas.

En el marco del acuerdo alcanzado entre los presidentes ruso y turco, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, se establece que Turquía pondrá fin a su apoyo directo a los terroristas de Idleb y que se declara una zona desmilitarizada en esta provincia, informa el periódico sirio Al Watan. Esto marca el primer paso para devolver Idleb al control del gobierno sirio legítimo y neutralizar el nuevo plan de guerra que EEUU y sus aliados han estado tratando de implementar, agrega el diario.

Las tres etapas acordadas en Sochi son las siguientes:
1 - Creación antes de mediados de octubre de una zona desmilitarizada de 15 kms a 20 kms de largo en la zona de Idleb a lo largo de las líneas de contacto entre los opositores armados y las fuerzas gubernamentales en la provincia de Idlib.

2 - Todas las armas pesadas -tanques, cañones, lanzacohetes y otras- serán recogidas en el marco de un proceso que será supervisado por las partes rusa y turca hasta el 10 de noviembre.

3 - Una vez que los terroristas hayan entregado todas las armas pesadas y se hallan alejado de las zonas no militares, será el turno de las instituciones del Estado sirio de reemprender sus actividades en la provincia de Idleb antes de que finalice el año en curso.
El periódico libanés Al Akhbar también está investigando este acuerdo. Citando al Ministerio de Defensa ruso, Al Akhbar dijo que después de largas negociaciones entre los tres países responsables del proceso de Astana (Irán, Rusia, Turquía), se acordó que no habría un gran operación militar en Idleb a cambio de los compromisos citados. Sin embargo, lograr que se cumplan los términos del acuerdo alcanzado en Sochi no será fácil, dado que Turquía tiene ante sí objetivos difíciles que hasta ahora no ha podido conseguir.

El primer desafío de Turquía será garantizar que los terroristas abandonen la zona desmilitarizada, que es el bastión de los principales grupos terroristas, incluido el Frente al Nusra, el Partido Islámico del Turquestán y otros, y entreguen sus armas pesadas, algo que les dejaría indefensos ante el Ejército sirio.