El Gobierno chino convoca al embajador de EE.UU. en Pekín debido a las sanciones impuestas por Washington en su contra por la compra de armas rusas.
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© AFPEl embajador de EE.UU. en China, Terry Branstad, habla en una rueda de prensa en Pekín (capital china), 28 de junio de 2017.
El jueves, el Gobierno estadounidense estableció sanciones contra el Departamento de Desarrollo de Equipos (EDD, por sus siglas en inglés) de China por la compra de 10 aviones de combate Sujoi Su-35 y sistemas de misiles antiaéreos S-400 a la empresa rusa Rosoboronexport, principal exportadora de armas de ese país.

En respuesta a tal medida, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha convocado este sábado al embajador estadounidense en Pekín (capital china), Terry Branstad.

La Cancillería china ha anunciado, además, que Pekín no participará en una conferencia, que está programada para los próximos días en EE.UU., sobre el mantenimiento de seguridad internacional en el mar.

A este respecto, la Cartera china también ha cancelado una reunión entre representantes militares de ambos países que debía celebrarse en Pekín entre los próximos 25 y 27 de septiembre.

Esta nueva postura de Pekín se produce un día después de que la Cancillería china desafiara los embargos de Estados Unidos por la compra de armas rusas y asegurara que seguirá la cooperación militar con Rusia pese a las medidas punitivas de Estados Unidos.

Por su parte, el portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang, denunció el viernes que los embargos de Washington constituyen una grosera "violación de las normas básicas de las relaciones internacionales" y exigió a Washington que retire esas últimas sanciones contra la entidad militar china, pues "en el caso contrario EE.UU. tendrá que afrontar las consecuencias".

Los nuevos embargos estadounidenses a China se enmarcan en la denominada Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., que no solo penaliza a las industrias y compañías rusas, sino que también advierte de castigos a las empresas de terceros países que quieran colaborar con Rusia.