Moscú cataloga de "manía de organizar campañas" las acusaciones sincronizadas de EEUU y sus aliados sobre supuestos ciberataques piratas rusos, declaró la portavoz del Ministerio de exteriores ruso, María Zajárova.
Maria zajarova
© Sputnik / Алексей Мальгавко
"Esta vez comenzaron a hablar al mismo tiempo, como siguiendo una orden, el mismo día, sobre supuestos ciberataques ocurridos en EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y varios países europeos, es algo que va más allá de una campaña, ya es una manía de organizar campañas", dijo la diplomática.
Para Zajárova, esas acusaciones constantes revelan que se trata de una acción conjunta de propaganda antirrusa, utilizando cualquier pretexto y las explicaciones más banales, y va dirigida, ante todo, a los más jóvenes.

El pasado 4 de octubre, el Ministerio de Defensa de Países Bajos comunicó haber frustrado un ataque informático contra la la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), dirigido supuestamente por cuatro agentes de inteligencia rusos, con pasaportes diplomáticos, expulsados tras el incidente el 13 de abril pasado.

Ese mismo día Londres acusó a Rusia de haber robado los datos de la web del Comité Nacional Demócrata previamente a las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU; de la publicación de ficheros confidenciales de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) en agosto de 2017; y además del ciberataque que perturbó en octubre de 2017 el funcionamiento del metro de Kiev y el aeropuerto de Odesa, en Ucrania, pero también repercutió en las operaciones del Banco Central de Rusia y de dos medios de comunicación rusos.

También Canadá, EEUU y Unión Europea avalaron las acusaciones contra Rusia.

Igualmente el Departamento de Justicia de EEUU informó el 4 de octubre que siete oficiales de la inteligencia militar rusa fueron acusados de operaciones de hackeo a una empresa nuclear a EEUU, a varias agencias antidopaje y federaciones deportivas y a por lo menos 250 atletas de 30 países.

El Ministerio de Exteriores ruso calificó las acusaciones de campaña de propaganda orquestada, cometida en vísperas de la nueva sesión de la OPAQ, con el objetivo de crear una coyuntura política favorable para promulgar iniciativas ilegales.

Anteriormente, EEUU había declinado la oferta rusa de crear un grupo conjunto para garantizar la ciberseguridad.