Estados Unidos necesita cambiar su estrategia hacia Rusia y acercarse a Moscú para garantizar su propia seguridad, dice un artículo publicado en The National Interest (NI).

Rusia y EEUU
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En el texto firmado por Jill Dougherty, columnista de CNN, y Thomas Zamostny, exanalista de la CIA, se explica que la "feroz confrontación geopolítica" entre Estados Unidos y Rusia podría convertirse en un conflicto armado, aunque ninguno de los dos países lo desee. Los autores creen que la estrategia actual de Washington no funciona. Por el contrario, solo le ata las manos al país norteamericano y aumenta los peligros.

Según Dougherty y Zamostny, las herramientas diplomáticas de los tiempos de la Guerra Fría ya no funcionan y las sanciones impuestas por EEUU no afectan la política exterior del Kremlin. Rusia se ha acercado a China, el principal competidor de Estados Unidos en el escenario mundial, y está expandiendo sus vínculos regionales y globales, destacan.

En este sentido, los autores consideran necesaria una revisión de la estrategia norteamericana hacia Rusia, la cual debe empezar con la definición de los intereses estratégicos del propio Estados Unidos. Además, ponen de relieve que la seguridad nacional de EEUU es lo principal para el país y que "Rusia es el único capaz de destruir a Estados Unidos con armas nucleares".

Además, Dougherty y Zamostny recuerdan que actualmente Rusia desarrolla una nueva generación de armas supersónicas capaces de vencer los mecanismos de defensa estadounidenses. Para los autores, Rusia también posee los medios para socavar el estilo de vida y la democracia estadounidense.

"Por nuestra propia seguridad, debemos tratar de entender qué motiva a Rusia. El análisis objetivo de los propósitos de Moscú ayuda a aclarar cómo debemos perseguir nuestros objetivos o responder a las acciones futuras del Kremlin", apuntan los autores del texto.


Comentario: Deberían empezar por comprender que Rusia ha demostrado no tener ningún interés en "socavar el estilo de vida y la democracia estadounidense". Es el propio estado profundo estadounidense el que está socavando esas cosas. Rusia por su parte siempre se ha mostrado dispuesta a cooperar y entablar relaciones diplomáticas normales entre "socios" o, incluso, "competidores", como dijo alguna vez Donald Trump.


Para ellos, Estados Unidos necesita un enfoque más flexible para responder a los "peligros, desafíos o incluso las oportunidades que Rusia puede brindar". Dos componentes deben agregarse a la confrontación: la competencia y la cooperación, escriben los autores.

Dougherty y Zamostny recomiendan la inclusión de los siguientes elementos en la estrategia estadounidense hacia Rusia: dar énfasis a la estabilidad estratégica a través de tratados de control de armamentos, desarrollar armas cibernéticas ofensivas y defensivas a la vez que dialogar con Rusia y restablecer los contactos entre los ciudadanos de los dos países.

Al mismo tiempo, los autores del artículo creen que es poco probable que las relaciones ruso-estadounidenses mejoren significativamente en el futuro próximo. Sin embargo, subrayan que la cooperación con Rusia es uno de los aspectos clave para garantizar la seguridad de Estados Unidos.

Cabe destacar que en varias ocasiones el Kremlin precisó que los novedosos armamentos rusos no están destinados a atacar a nadie, sino que sirven para garantizar la seguridad del país.

A este respecto, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, reafirmó que era erróneo ver el mensaje de Putin ante la Asamblea Federal como un gesto militarista, dado que la idea principal residía en la necesidad de dar un salto tecnológico.

"Reitero lo que ya dijo el presidente. Rusia no va a atacar a nadie, estas armas no amenazan a los que no tienen planes de atacar a nuestro país", explicó.