El presidente de Francia Emanuel Macron anunció el lunes que subirá en cien euros el salario mínimo de los franceses y que bajará impuestos a los jubilados y a los trabajadores con los salarios más bajos, en un discurso en el que trató de apaciguar el movimiento de protesta de los "chalecos amarillos".

Macron
© Agence France-Presse/GettyAl dirigirse al pueblo francés, el presidente Emmanuel Macron declaró un "estado de emergencia social y económico" luego de semanas de manifestaciones.
"Responderemos a la urgencia económica y social con medidas enérgicas, recortando los impuestos más rápidamente, manteniendo nuestro gasto bajo control, pero no con giros en U", dijo Macron en un discurso televisivo a la nación.

El mandatario se dirigió al pueblo francés tras reunirse con políticos locales y nacionales, sindicatos y líderes empresariales para escuchar sus preocupaciones después de un nuevo fin de semana de protestas violentas en todo el país.

Además de la subida del salario mínimo a partir de enero, el presidente francés informó que no se restablecerá el impuesto sobre el patrimonio y que luchará contra el fraude fiscal.


La ira es "justificada"

"Macron dimisión" fue el lema más coreado durante las manifestaciones en Francia del movimiento de los 'chalecos amarillos', que el sábado consiguieron paralizar París y volver a tomar las principales calles y carreteras del país.

El presidente francés reconoció que sus palabras "han herido a algunos" en el pasado y consideró justificado el descontento que ha provocado las protestas.

Las movilizaciones del sábado pasado se volvieron violentas, especialmente en la capital, donde los fuertes enfrentamientos entre la policía y los manifestantes provocaron el incendio de automóviles y edificios, la destrucción de tiendas y el despliegue de gases lacrimógenos y cañones de agua.


Refiriéndose a "40 años de un malestar que resurge", Macron dijo que entendía "en muchos aspectos" la cólera de los 'chalecos amarillos', aunque aseguró que no sería indulgente con los actos de violencia.


Aunque el movimiento ciudadano 'chaleco amarillos' -llamado así por las chaquetas de alta visibilidad que los automovilistas franceses tienen que llevar en sus coches- comenzó con los altos precios del combustible, desde entonces se ha transformado en una crisis de poder adquisitivo y desigualdades.

Pero algunas de sus demandas incluyen ahora la devolución del impuesto sobre la riqueza, un aumento del salario mínimo y mayores impuestos para las multinacionales.