(España) - El jefe de la Comisaría General de Información de los Mossos es incapaz de contestar a las preguntas del fiscal.
Captura de la señal del Tribunal Supremo con la intervención del comisario de los Mossos D'Esquadra Manel Castellvi , en la sesión de este jueves del juicio del
© EFECaptura de la señal del Tribunal Supremo con la intervención del comisario de los Mossos D'Esquadra Manel Castellvi , en la sesión de este jueves del juicio del "procés". / Tribunal Supremo.
Castellví, el primer mando de los Mossos durante la etapa del mayor Josep Lluís Trapero en comparecer como testigo en el juicio del procés en el Tribunal Supremo, ha reconocido estas actitudes impropias después de que el fiscal Javier Zaragoza le ha preguntado si tuvo conocimiento de enfrentamientos de agentes de la policía catalana con efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil el 1-O.

Uno de los momentos más tensos llegó cuando Zaragoza preguntó a Castellví si el día del asedio a la consejeria Economía alguien tomó declaración a Cuixart y Sànchez, "No", respondió Castellví, que admitió que sabían que se había convocado esta esa concetración en protesta por los registros y que había habido problemas, pero luego fue incapaz de explicar por qué nadie consideró oportuno tomar declaración a las personas que habían liderado ese acto.


Comentario: Preparen las palomitas que el vídeo no tiene desperdicio:




El testigo, actualmente en segunda actividad, ha indicado que el 1-O estaba en el Centro de Coordinación y pudo ver esas imágenes en televisión y ha añadido que el mayor Josep Lluís Trapero ordenó que se abriera una investigación de la División de Asuntos Internos (DAI), aunque ha asegurado desconocer su resultado.

En su testifical, Castellví ha evitado concretar si el dispositivo desplegado por el cuerpo autonómico fue suficiente y se ha limitado a alegar que lo comunicaron en las reuniones de coordinación policial. No obstante, ha admitido también que los Mossos no utilizaron en ningún momento durante la jornada del 1-O a la unidad antidisturbios (BRIMO), pese a que el dispositivo para evitar el referéndum estaba integrado por 7.850 efectivos, de los 11.000 agentes del cuerpo que trabajaban ese día.

Según Castellví, los efectivos antidisturbios (BRIMO estaban aquel día en Barcelona, donde había una serie de manifestaciones previstas, dos de ellas de extrema derecha, y un partido en el Camp Nou entre el FC Barcelona y la UD Las Palmas, que se acabó celebrando a puerta cerrada en protesta por las cargas policiales.

Castellví ha indicado que en los días previos al 1-O los Mossos apercibieron a más de 400 titulares de los centros en los que iba a votar de que no podían abrir el centro y levantaron 4.469 actas, lo que permitió que el día del referéndum ya no abrieran 239 locales.