El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se está preparando para entrar y ganar en una guerra nuclear limitada con el Occidente, ha opinado un experto ruso.
Vladimir Putin
© AFPEl presidente ruso, Vladimir Putin, pronuncia un discurso en Moscú, 28 de febrero de 2019.
Según el activista político, Aleksandr Skobov, el inquilino del Kremlin está convencido de que el Occidente no está a labor de alimentar una nueva escalada de tensiones contra Moscú a fin de que se produzca la temida Armagedón nuclear que destruirá tanto a la Federación Rusa como a Occidente.


Comentario: Quizás sea en parte porque saben que no podrían frenar una represalia gracias a las nuevas armas que tiene Rusia.


Skobov, cuyas declaraciones las recogió el portal digital Window on Eurasia publicándolas el viernes, sostiene que el Occidente por ahora no responderá al uso de armas nucleares tácticas por parte de los rusos mediante una escalada, sino haciendo todo lo posible para reducir dicha escalada, tal y como sucedió durante la Guerra Fría que enfrentó a la entonces Unión Socialista de Repúblicas Soviéticas (URSS) y Estados Unidos y sus aliados.

De acuerdo con sus palabras, la doctrina de la Guerra Fría se basaba en la suposición de que ninguna de las dos potencias nunca usaría armas nucleares como ofensiva, sino solo en defensa, y que ambas estarían preparadas para escalar si la otra actuaba primero.

Es más, sigue explicando, por un lado, cada parte había desarrollado planes para usar armas tácticas y luego estratégicas si la otra parte las usaba, y por otro lado, continúa el activista, ambas tuvieron que seguir invirtiendo en armas cada vez más apocalípticas como la última línea de defensa de lo que cada una considera como su modelo de civilización.

Conforme a Skobov, ambas partes enfrentadas estaban seguras de la superioridad de su propio sistema social y en el eventual colapso del sistema social de su oponente en una derrota global en la competencia histórica.


En esencia, este politólogo señala que ambas partes consideraron un choque militar global con sus oponentes históricos como prácticamente algo inevitable y, añade, que las dos partes enfrentadas en lo político, económico, social, militar, informativo y científico concluyeron que podrían ser empujadas al uso de armas nucleares si el uso de las convencionales no les permitía ganar dicha contienda.

De allí que tras el surgimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuya doctrina fundacional recoge el principio de que en caso de que un tanque soviético comenzara invadiendo Europa, dicha alianza tendría que usar armas nucleares tácticas contra Rusia, puntualizó.

Por ende, el activista dijo que Putin ciertamente no se está preparando para la destrucción mutua completa sino que solamente busca una confrontación limitada para restar fuerza e influencia occidental en la región.

Este artículo ve la luz luego de que el dirigente ruso haya firmado el lunes "un decreto relacionado con la suspensión de la participación de Rusia en el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) alcanzado en su día entre la URSS y EE.UU.

Esta ruptura se materializa después de que Washington acusara a Moscú de violar sus obligaciones en virtud del Tratado INF, alegando el "desarrollo en secreto" por parte de Rusia del misil 9M729, de características tales que le permitirían alcanzar "casi toda Europa y partes de Asia".

Por su parte, Rusia rechaza tales acusaciones y señala a los propios estadounidenses como los que están incumpliendo su parte del convenio nuclear. Además, Moscú ve con preocupación el despliegue de los efectivos de la Alianza Atlántica en los países limítrofes con la Federación Rusa.