Periodistas del Financial Times diagnostican que EEUU padece una enfermedad cuyos brotes generalmente ocurren en economías no hegemónicas, especialmente en África y América del Sur.
Dolar
© Sputnik / Alexei Sujorukov
"Estados Unidos está enfermo y la enfermedad es aguda y crónica", escribe Iván Danilov en su artículo para la versión rusa de Sputnik.

A pesar de que esta enfermedad generalmente se desarrolla en países pobres, fue estudiada por primera vez en Holanda y, en consecuencia, se la denomina 'enfermedad holandesa'. Este síndrome económico es conocido por conducir a una catástrofe nacional en el caso de no contar con un tratamiento adecuado. El desenlace es acompañado por la degradación de las instituciones estatales, un aumento de la desigualdad social y una disminución evidente de la producción industrial.

Los periodistas del Financial Times aconsejan a Estados Unidos aplicar un tratamiento para la 'enfermedad holandesa' en este momento porque sus efectos negativos ya son visibles incluso a simple vista.

Se cree que los países subdesarrollados que padecen el 'mal holandés' son aquellos en los que de repente se descubren reservas importantes de materias primas o recursos minerales, generalmente petróleo, diamantes, gas, oro o cobre. O también aquellos que gozan de buen clima o suelo fértil, factores ideales para el cultivo de café o cacao.

En el caso de Holanda, la dolencia se asoció con el descubrimiento de un campo de gas natural.

La esencia del fenómeno es el impacto negativo en la economía del país que dispone de los recursos. Paradójicamente, para la mayoría de los países con importantes recursos naturales, la posibilidad de exportar se convierte en un grave problema económico: todos los sectores de la economía, excepto la extracción y la venta de recursos naturales, comienzan a desaparecer porque invertir en ellos no es tan rentable en comparación con las inversiones en el desarrollo de, por ejemplo, el sector minero.

Además, la entrada de importaciones lleva a la desindustrialización, que puede agravarse mediante la exportación de empleos a otros países. Casi siempre, el dinero recibido de la exportación de recursos se concentra en manos de un estrecho círculo de políticos y empresarios, lo que intensifica la estratificación de la sociedad.

Pareciera que Estados Unidos no puede considerarse como un ejemplo de un país con la 'enfermedad holandesa', pero esto es solo a primera vista.
"Estados Unidos genera aproximadamente una cuarta parte del PIB mundial, pero más de la mitad de las reservas de divisas de los bancos centrales del mundo está en dólares. El dólar es sin duda la moneda dominante para los préstamos internacionales. Es tan importante como moneda de liquidación para el comercio mundial que un cambio en su valor sirve como un predictor eficaz de su volumen. Existen tantas monedas que están claramente ligadas al dólar que el 50-60% del PIB global fluctúa dependiendo de él", analizan desde el Financial Times.
Al igual que los Países Bajos encontraron gas natural, Estados Unidos encontró dólares.

Se debe enfatizar que los periodistas del Financial Times no están solos en sus evaluaciones. El New York Times publicó un artículo en el que el directamente sostenía que "el producto de exportación clave de Estados Unidos son los dólares" e incluso mencionaba que el colapso de la URSS se convirtió en un estímulo tremendo para la demanda de la moneda estadounidense.

El medio publica que "exportar dinero es mucho más rentable que exportar productos petrolíferos". Explica que el Gobierno necesita unos 14 centavos para hacer un billete de 100 dólares y unos pocos centavos para enviar ese billete al extranjero.

Puede parecer que EEUU ha encontrado un tipo de "motor perpetuo financiero" que funciona porque que el mundo entero -a menudo bajo la amenaza de sanciones, intervenciones militares y 'revoluciones de color'- utiliza el dólar en el comercio y los préstamos. Sin embargo, la 'enfermedad holandesa' causa un daño evidente a la economía norteamericana.
"Estados Unidos se está convirtiendo en un país en el que solo tiene sentido imprimir dólares", advierte Danilov.
El ejemplo más vívido es que incluso en un área tan sensible y estratégicamente importante como la industria militar, Estados Unidos depende de proveedores chinos.

Más de 300 elementos clave necesarios para el funcionamiento normal de las Fuerzas Armadas y la industria de Defensa de Estados Unidos está amenazada. Los fabricantes estadounidenses o están al borde de la quiebra o ya han sido reemplazados por proveedores de China u otros países debido a la desindustrialización de la economía nacional y la exportación a los países del Sudeste Asiático.

La desindustrialización no es el único síntoma de la 'enfermedad holandesa' en Estados Unidos, como señalaron los autores del Financial Times. Sigue habiendo una creciente desigualdad, una inversión insuficiente en educación, corrupción política en la distribución del ingreso de las 'exportaciones de dólares' y problemas en el sistema de pensiones.

Los periodistas británicos piden muy seriamente a Estados Unidos que comience un doloroso tratamiento de la economía porque la situación es muy grave.

Sin embargo, si se lee su diagnóstico a través del prisma de los intereses rusos, entonces todo es exactamente lo contrario: la obstinada falta de voluntad de los estadounidenses en tomar drogas económicas amargas es una buena noticia. Si la economía estadounidense sigue dependiendo completamente de los dólares de exportación, entonces los esfuerzos conjuntos de China, la Unión Europea, Rusia, Irán, Venezuela y todos los demás países que luchan por una desdolarización gradual del comercio mundial, llevarán a la economía hegemónica mundial a una grave crisis.

En Washington entienden esto, pero aún esperan que las sanciones, los portaviones y la amenaza de 'revoluciones de color' sean suficientes para proteger la 'zona del dólar'. Sin embargo, ya está claro que su final es solo una cuestión de tiempo, destaca Danilov.

Incluso el director del Banco de Inglaterra, Mark Carney, pronostica que el estado actual del dólar como la principal moneda mundial no es eterno: "Creo que con el tiempo tendremos otras monedas de reserva aparte del dólar estadounidense", dijo en una reciente conferencia de prensa. El análisis del principal banquero británico es muy positivo para todos los que están cansados de las afirmaciones de Washington sobre la eterna hegemonía mundial, concluye el autor.