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Las tormentas, que se presentaron poco después del fuerte tornado que azotó el domingo Joplin, Missouri, y dejó al menos 122 muertos, se movieron hacia el área de la ciudad de Oklahoma.

Al menos 13 personas murieron como consecuencia de los tornados que sacudieron ayer los estados de Oklahoma, Kansas y Arkansas, en el medio oeste de los EEUU, según informaron las autoridades estadounidenses.

Las víctimas se suman a los 124 fallecidos y 750 heridos registrados en Joplin (Misuri), cuando un tornado arrasó el centro de esa ciudad el domingo por la noche.

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió también la presencia de tornados en otros estados, como Nebraska, Illinois y Texas. En tanto, un tornado que pasó ayer en la noche por Dallas (Texas) no provocó víctimas ni daños.

De acuerdo al diario El País de España, el Servicio Nacional de Meteorología advirtió ayer que se aproximan más tornados a la zona y que se trata de "una situación extremadamente peligrosa que podría ser mortal". Asimismo, la agencia federal indicó que la alerta de tornados en Oklahoma, Kansas y el norte de Texas se seguirá manteniendo.

"Se está conformando una situación muy grave y es posible, si no probable, que pasemos al nivel de alerta máxima en las próximas horas a medida que recolectamos más información", anunció la mañana de ayer Russel Schneider, director del Centro de Pronóstico de Tormentas en Norman (Oklahoma).

"Por desgracia, estos eventos muy probablemente continuarán por un tiempo"", dijo la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin. "Pido a toda la gente de Oklahoma que permanezca al pendiente del clima y que tome las precauciones pertinentes para mantenerse fuera de peligro", agregó.