El presidente de Estados Unidos asegura que ha rechazado reunirse con Corbyn porque es una "fuerza negativa"

inflatable Trump London
© TOLGA AKMEN AFPUn globo dirigible que caricaturiza a Donald Trump forma parte de la marcha de este martes en Londres contra el presidente de EE.UU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado por seguro este martes que habrá Brexit y será "bueno" para el Reino Unido. En una comparecencia conjunta en Londres con la primera ministra británica, Theresa May, Trump ha señalado que ambos países están dispuestos a acordar un acuerdo comercial "fenomenal" tras la salida de Reino Unido de la UE. "Hay un tremendo potencial en ese acuerdo, probablemente el doble o el triple de lo que estamos haciendo ahora", ha añadido.


Comentario: En conferencia de prensa al lado de Theresa May, Donald Trump insistió en que el servicio de salud público británico, el NHS, estaría "sobre la mesa" en las negociaciones para un acuerdo comercial post-Brexit: "Cuando estás tratando con comercio todo está sobre la mesa. Así que el NHS o cualquier otra cosa, mucho más que eso." (Artículo de The Independent, en inglés.)

Se trata de un punto sensible para los británicos, que llevan años quejándose de que el NHS no cuenta con los suficientes recursos ni personal. Ahora Trump quiere una parte de él, lo que sólo puede querer decir privatización. Su idea no va a ser muy bien recibida en ese país...


Por unos segundos, el presidente de Estados Unidos ha intentado mantener la discreción obligada y no interferir en asuntos internos, pero la contención le ha durado poco. "No debo hablar mucho sobre esto, pero todos saben que es algo que entiendo y conozco muy bien. Ya ofrecí en su día un consejo a la primera ministra, y vaticiné lo que iba a ocurrir". El consejo, que May prefirió no seguir, fue demandar ante los tribunales a la UE.

Trump ha querido mostrarse generoso con una May ya en retirada y ha elogiado su trabajo con el Brexit. "Lo ha llevado hasta un buen punto para seguir adelante", ha dicho, "y con el tiempo se reconocerá su esfuerzo".

Trump ha asegurado asimismo que el líder laborista británico, Jeremy Corbyn, le propuso reunirse, pero él lo rechazó, y que lo considera una "fuerza negativa". Con respecto al tema de los aranceles a México, el presidente estadounidense ha dicho que es "muy probable" que se comiencen a aplicar el próximo 10 de junio, fecha en la que estaba previsto, pese a que este miércoles se reunirán en Washington su secretario de Estado, Mike Pompeo, con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard. México, añadió, "debe hacer más para frenar la invasión" de migrantes. "No quiero oír que México está dirigido por cárteles", agregó.

May también ha recordado la cooperación con Estados Unidos "para hacer frente a las amenazas globales", tal y como lo han hecho estos últimos 75 años desde el desembarco de Normandía. "Nuestra relación especial se basa en la historia, los valores, las costumbres, la cultura, el idioma y las leyes comunes", ha recalcado Trump.

Trump ha comenzado su segunda jornada en el Reino Unido con un desayuno organizado en el palacio londinense de Saint James que ha tenido como anfitriona a May y al que acuden miembros de la realeza, empresarios y políticos. El objetivo del encuentro ha sido los vínculos comerciales transatlánticos. La administración Trump defiende los beneficios que tendría un acuerdo bilateral de libre comercio después si se ejecuta el Brexit. Este mismo lunes por la tarde, Trump tuiteó que "un gran acuerdo comercial es posible una vez que el Reino Unido se libere de las cadenas".

Otro de los grandes temas sobre la mesa ha sido Huawei y el conflicto comercial con China. EE UU ha incluido en la lista negra al gigante de las telecomunicaciones chino por razones de seguridad (y para limitar su desarrollo de redes 5G) y quiere que sus aliados hagan lo mismo. También está la espinosa cuestión de Irán; el Reino Unido ha mostrado su voluntad de defender el pacto nuclear que la nueva administración estadounidense ha roto, o la lucha contra el cambio climático, del que también Trump se ha desvinculado al retirarse del Acuerdo de París.

Manifestaciones contra el líder estadounidense

Mientras ambos líderes debaten en la residencia de la primera ministra británica, miles de londinenses han salido a la calle para protestar contra la visita del presidente estadounidense. Bajo el lema Un carnaval de resistencia, activistas medioambientales, colectivos LGTB, feministas, antirracistas y también políticos, han convocado una gran marcha en la capital británica. Una protesta que se ha secundado en otras ciudades del país.

"Tenemos que salir a la calle en este Carnaval de la Resistencia para demostrar que rechazamos las políticas divisorias de Trump y las medidas de fanatismo, odio y avaricia", ha proclamado la coalición Stop Trump, que esperaba repetir este martes el éxito de la manifestación del año pasado. En esta ocasión, la movilización no parece tan masiva, según informa Reuters. La nueva versión del 'Baby Trump', el globo gigante que caricaturiza al presidente estadounidense como un bebé enfadado, sobrevuela las calles de Londres. Durante la rueda de prensa, Trump ha restado importancia a estas manifestaciones. "No vi ninguna protesta", ha declarado. Pero sí ha asegurado que ha visto a miles de personas apoyarlo.

Trump habla por teléfono con Boris Johnson

Corbyn decidió no acudir al banquete de Estado de este lunes por la noche en Buckingham Palace, se ha unido a la protesta. Además de mostrar sus preferencias por los euroescépticos británicos como Boris Johnson o Nigel Farage, Trump llegó a declarar en medios británicos que si Corbyn llegaba a ser primer ministro, debería conocerle antes de decidir si compartía con su hipotético Gobierno información de inteligencia.

Según ha informado la cadena de televisión británica ITV, el candidato conservador que se perfila como sustituto de Theresa May, Boris Johnson, habría rechazado un encuentro con su valedor, Donald Trump, debido a unos compromisos de agenda. Aunque ambos no se han visto, sí que han mantenido una conversación telefónica de unos 20 minutos. El que ha reconocido estar esperando la llamada de Trump es el ultranacionalista Nigel Farage.

Antes de aterrizar en suelo británico, el presidente estadounidense también se despachó a gusto contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, al que llamó "perdedor redomado", un desencuentro que empañó el primer día de visita de Trump. Este martes, Khan le ha contestado diciendo que el presidente estadounidense es el "chico del cartel" para los movimientos de extrema derecha. Días antes también se refirió a la mujer del príncipe Harry, Megan Markle, como una chica "desagradable", aunque luego desmintió que lo hiciera.