La ciudad neocelandesa de Christchurch se vio nuevamente sacudida por un movimiento telúrico, que de acuerdo a las primeras informaciones fue de magnitud 5,5 Richter y dejó sólo daños menores, según medios locales. El sismo, cuyo epicentro se ubicó cerca de Rolleston, unos 20 kilómetros al suroeste de Christchurch, tuvo una profundidad de 15 kilómetros.

Anteriormente, en el mes de febrero, en el centro de la segunda ciudad más grande de Nueva Zelanda se percibió un sismo de magnitud 6,3 Richter, que dejó unos 180 muertos y otro de 7,1 grados Richter que provocó considerables daños, el año pasado. Los sismólogos señalaron que el movimiento telúrico de hoy estaba dentro de lo previsto y no representa una señal de la llegada de un movimiento de mayor magnitud.

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