Con la operación en Siria, Turquía se queda aislada tanto en la región, como en Occidente. No está todo yendo según lo planeado, comentó a Sputnik el experto en problemas de Oriente Medio, Stanislav Tarásov.
Turkish truck
© REUTERS / Huseyin Aldemir
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando dejar un pequeño contingente de personal militar estadounidense en el este de Siria a lo largo de la frontera con Irak, reportó The New York Times con referencias a unas fuentes.
"Tras haber anunciado previamente su retirada del noreste de Siria, los estadounidenses provocaron [al presidente turco Recep Tayyip] Erdogan para que lanzara una operación militar allí. Y ahora resulta posible que no se vayan", dijo Tarásov en declaraciones a la agencia.
El analista observó que desde Irak, la frontera con Siria está vigilada por los kurdos. Hasta ahora, los kurdos iraquíes han cooperado con Ankara, pero no se sabe cómo se comportarán mañana, agregó. Mientras tanto, los kurdos sirios han pactado una alianza con Damasco desde el comienzo de la operación turca.
"Erdogan pierde el argumento de que esté luchando contra las formaciones kurdas en el norte de Siria, ahora tiene que luchar directamente contra Damasco, algo que, obviamente, no necesita. No le está yendo todo según lo planeado a Turquía".
La OTAN no apoya las acciones de Turquía. Los árabes se solidarizan con Damasco, y no con Ankara. "Es decir, Turquía se encuentra aislada tanto en la región como en Occidente", señala Tarásov.

Según el experto, en estas condiciones, un paso lógico para Ankara sería establecer contacto directo con el Damasco oficial.
"Y si Ankara no se pone en contacto con Damasco, la situación empeorará. Solo está todo empezando y todavía está por delante", concluyó.
Turquía comenzó el 9 de octubre una ofensiva en el norte de Siria para, según anunció, alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en territorio turco.

La operación, llamada Fuente de Paz, apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las milicias del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Unidades de Protección Popular (YPG) que dominan el noreste sirio y a las que Turquía vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.

Decenas de países condenaron la ofensiva turca al tacharla de "agresión" que viola la soberanía e integridad territorial de Siria, algunas naciones europeas, entre ellas Alemania, Francia y Chequia, ya suspendieron el suministro de armas a Turquía; otras están considerando restricciones similares.