
El incendio que comenzó el pasado 29 de mayo en Arizona, Estados Unidos, ha quemado casi 100.000 hectáreas, mientras unos 2.500 bomberos y 22 helicópteros intentan sofocar las llamas.

Cerca de 3.000 personas han evacuado las zonas cercanas debido a que el fuego continúa fuera de control.

Los bomberos ya tienen una semana en la zona montañosa de bosques de pinos afectada por las llamas.

La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, que sobrevoló las zonas afectadas por el incendio aseguró que el fuego va avanzando rápidamente y lo calificó como un "espectáculo aterrador".