La ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauet, ha confirmado este jueves los reportes de que Washington presionó a Berlín, París y Londres para que acusaran Irán de haber violado el acuerdo nuclear del 2015, amenazándolos con imponerles aranceles automotrices en el caso opuesto.

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© Amir Cohen / Reuters
"Esta expresión o amenaza, como a usted le plazca, existe", ha declarado Kramp-Karrenbauet en una conferencia de prensa durante su visita en la capital británica, según DW.

Este miércoles, The Washington Post reportó, con referencia a funcionarios europeos no identificados, que la administración Trump había amenazado con imponer un arancel del 25% a las importaciones europeas de automóviles si el Reino Unido, Francia y Alemania — firmantes del acuerdo nuclear del 2015 — no acusaban formalmente a Irán de violar el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés). Según el periódico, la conminación estadounidense fue hecha una semana antes de que los tres países europeos activaran el mecanismo de disputa por el incumplimiento por parte de Teherán de los términos del acuerdo.

En respuesta a la publicación, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Javad Zarif, acusó a Europa de ceder al "matón" y traicionar el JCPOA. "Esto no funcionará, amigos míos. Ustedes solo van excitando su apetito. ¿Recuerdan a su matón de la secundaria? Si quieren vender su integridad, adelante. Pero no asuman una autoridad moral / legal; no la tienen", escribió Zarif en su cuenta de Twitter.

Respuesta al ataque

Anteriormente el 5 de enero, Irán anunció que reduciría aún más sus compromisos en el marco del acuerdo, pero continuará cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Teherán ya no cumplirá con los límites establecidos en el pacto sobre la cantidad de centrifugadoras de enriquecimiento de uranio que podría usar, lo que significa que a partir de ahora enriquecerá uranio solamente basándose en sus necesidades técnicas.

Al mismo tiempo, la República Islámica subrayó que volverá a cumplir el acuerdo nuclear solo a condición de que EE.UU. levante las sanciones en su contra.

Esta medida se tomó en el contexto de una severa escalada en las relaciones de Teherán con Washington, después de que el mayor general iraní Qassem Soleimani fuera asesinado junto a otras 11 personas con un ataque aéreo perpetrado por EE.UU. en Bagdad la noche del 2 de enero.