48 millones de electores son invitados este domingo a votar, en primera vuelta, a algunos de los 902.465 candidatos que aspiran a ser elegidos concejales en las 34.967 alcaldías de Francia, en unas elecciones municipales, a dos vueltas, marcadas por un escándalo porno político sin precedentes y la pandemia del coronavirus.
Partidocracia francesa habilita elección de alcaldes en plena crisis del coronavirus
© Eric Cabanis / AFPVotante de Toulouse con mascarilla.
La tarde del jueves pasado se especuló con un posible aplazamiento de estas municipales, cuya segunda vuelta debe celebrarse el domingo que viene, día 22. En su discurso a la nación, Europa y los EE. UU., Emmanuel Macron despejó todas las dudas, avanzando estas razones: «He consultado a nuestros científicos. Consideran que nada se opone a que los franceses más vulnerables vayan a votar. También he pedido al Primer ministro que consulte a todas las fuerzas políticas: todas han confirmado su deseo de ir a votar. Será conveniente respetar los gestos y barreras contra el virus, siguiendo las recomendaciones sanitarias. Los alcaldes y los servicios del Estado han organizado bien las cosas. Se han dado consignas para que los mayores no esperen mucho en las colas, donde deberán respetarse las distancias y normas sanitarias básicas".

Sentados esos principios, queda en suspenso la incertidumbre básica: ¿cómo se comportarán los electores / ciudadanos durante la primera vuelta electoral, durante la epidemia nacional y europea más grave de los últimos cien años?

Todos los estudios de opinión estiman que la abstención subirá en un 12 - 16 %. En la últimas elecciones municipales (2014), la participación en la primera vuelta fue del 65,55 %. Seis años más tarde, esa participación pudiera caer hasta el 50 / 55 %, si se confirmasen las estimaciones oficiosas.

La elección de los concejales y alcaldes de los 34.967 municipios franceses es particularmente compleja. En París, son los concejales y alcaldes de los veinte distritos de la capital los que eligen al alcalde o alcaldesa, días después de la segunda vuelta.

En las alcaldías de menos de 1.000 habitantes, los alcaldes son elegidos por voto directo. En el resto de las alcaldías, la mayoría municipal de concejales elige al alcalde o alcaldesa. En primera vuelta son elegidos los candidatos que consiguen mayoría absoluta. Pueden pasar a la segunda vuelta todos los candidatos que hayan conseguido el mínimo de un 10 % de votos. Con frecuencia, la retirada de un candidato perdedor puede modificar el voto definitivo.

La Francia profunda y municipal es moderadamente conservadora, conservadora o profundamente conservadora. París tiene alcaldesa socialista. Pero el centro y la derecha controlan 572 ciudades de más de 10.000 habitantes, cuando las izquierdas solo controlan 349. El conservadurismo de la Francia municipal se acentuó en las elecciones del 2014, cuando las izquierdas perdieron 121 ciudades de más de 15.000 habitantes y la extrema derecha comenzó su implantación municipal ganando 14 ciudades de más de 10.000 habitantes.

Emmanuel Macron y su partido, «La República En Marcha» (LREM), no existían políticamente el 2014. Y tres años, tras la elección presidencial de 2017, son pocos años para conseguir una implantación significativa en la Francia profunda, donde impera un «apego a la tierra» y los «personajes locales». Macron tiene el poder «absoluto» del control del Estado y la Asamblea Nacional (AN), pero no puede aspirar a conseguir un poder municipal significativo. Deberá contentarse con una primera y modesta implantación de sus candidatos en una Francia profunda poco sensible al «autoritarismo» y «cosmopolitismo» de un presidente muy joven y nada «rural», en los antípodas de los «caciques» municipales clásicos.

El centro y la derecha pueden aspirar a conservar o mejorar sus posiciones: 572 alcaldías de más de 10.0000 habitantes. «Los Republicanos» (derecha) pueden conservar sus 320 alcaldías, incluso ganar algunas, significativas. Los centristas y derechas diversas (115 y 137 alcaldías) pueden ganar terreno, pero muchos de sus alcaldes pueden pasarse al «macronismo».

A la izquierda, PS (210 alcaldes en ciudades de más de 10.000 habitantes), PCF y extrema izquierda (56 alcaldes) solo aspiran a conservar esos bastiones. No pueden aspirar a mucho más. Los ecologistas aspiran a ganar mucho más de sus 6 alcaldías alcaldías actuales. Sin cambiar ningún equilibrio de fondo.

«Agrupación nacional» (AN, extrema derecha) aspira a crecer mucho. Ganó 14 alcaldías el 2014. Perdió 3 al poco tiempo después. Entre hoy y el domingo que viene, Marine Le Pen espera conseguir para su partido una gran ciudad de más de 100.000 habitantes (Perpignan) y su definitiva implantación regional, en el norte, la Costa Azul y el Mediodía, en la frontera con España.

El escándalo porno político del candidato «macroniano» a la alcaldía de París, Benjamin Griveaux, víctima de sus «ligerezas», intercambiando vídeos pornográficos íntimos, privó a Emmanuel Macron del candidato con el que aspiraba a «conquistar» París. Mancha que destiñe mucho en «tierras macronianas».

La pandemia de coronavirus... ¿puede influir de manera significativa en el comportamiento cívico de la Francia profunda? Se teme una abstención significativa, sin llegar a catastrófica. Los resultados de la primera vuelta, la noche del domingo, serán un indicador precioso para evaluar el «recentraje» o la consolidación del poder conservador en la Francia municipal.