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El presidente brasileño sale a las calles para apoyar las manifestaciones que piden una intervención militar y el cierre del Congreso.
El mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, ignorando otra vez las recomendaciones por la pandemia del nuevo coronavirus, salió el domingo a las calles de Brasilia, la capital, sin mascarilla ni guantes; y sin hacer nada por dispersar a la multitud, participó en una manifestación que pedía una intervención militar y el cierre del Congreso, algo con lo que está de acuerdo Bolsonaro.

El presidente ofreció un discurso en el que desmeritó la letalidad del virus, al que calificó de "gripecita", promovió aglomeraciones y se pronunció reiteradamente a favor de la apertura del comercio y las escuelas. Su discurso fue interrumpido por un repentino ataque de tos.

La organización HRW condena los intentos del presidente de Brasil de sabotear los esfuerzos contra el COVID-19 y alerta del peligro en el que ha puesto al pueblo.

Asimismo, Bolsonaro, ignorando el peligro para las personas congregadas de contagiarse por COVID-19, abogó por manifestarse contra los líderes del Congreso, los gobernadores y alcaldes que defienden las medidas de la cuarentena y el distanciamiento social para contener la propagación del coronavirus.

El gesto del mandatario fue condenado por políticos y portavoces de los poderes públicos brasileños. "Asusta ver manifestaciones por el regreso del régimen militar, después de 30 años de democracia", dijo Luís Roberto Barrozo, juez del Supremo Tribunal Federal.

El brote del nuevo coronavirus ha provocado graves crisis sanitarias, políticas y sociales en Brasil, donde el pueblo y gran número de políticos han denunciado el manejo "ignorante" de Bolsonaro, que ha estado minimizando la letalidad del virus, mientras que el destituido ministro de Salud, gobernadores estatales y funcionarios locales piden medidas más estrictas.