Los analistas ven una jugada geopolítica de EE.UU. para frenar el paso del crudo por el golfo Pérsico.
La Guardia Revolucionaria iraní responde a Trump que también atacará a buques estadounidenses si son una amenaza
© Rouzbeh Fouladi | Europa PressEl comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí
La crisis mundial provocada por el coronavirus no ha servido para aflojar el pulso entre Washington y Teherán, pese a que Irán es el principal foco de infección en Oriente Medio. Todo lo contrario. Donald Trump ha optado por aumentar la presión y reforzar las sanciones. Su último movimiento ha sido vetar en el Fondo Monetario Internacional (FMI) la solicitud de un préstamo por parte de Teherán para hacer frente a la crisis del COVID-19, algo que le recriminó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

La guerra verbal sigue subiendo a cuenta del despliegue naval de ambos países en el golfo Pérsico. El régimen de los ayatolás respondió con la misma moneda a las amenazas de Trump. «Nosotros también hemos ordenado a nuestras unidades militares marítimas que ataquen a los buques de la Armada del Ejército terrorista de EE.UU. si amenazan la seguridad de nuestras embarcaciones civiles o militares», afirmó este jueves el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí. Un día antes, Donald Trump había ordenado a la Armada de su país «derribar y destruir» buques iraníes si llegan a «hostigar» embarcaciones estadounidenses en el Pérsico.

Escalada en el golfo Pérsico

La reacción de Trump se produjo después de que hace una semana el Pentágono acusara a once lanchas rápidas de la Guardia Revolucionaria, grupo que EE.UU. incluye en su lista de terrorista, de hostigar a uno de sus barcos en la zona. Sobre este roce, Salamí respondió que el comportamiento de los buques estadounidenses fue «poco profesional y peligroso». En la misma línea, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, criticó en Twitter que las fuerzas estadounidenses se desplieguen a 7.000 millas de distancia de su país «provocando» a los marineros iraníes en sus «propias costas del golfo Pérsico».

El Ministerio de Exteriores convocó al embajador suizo en Teherán, Markus Leitner, para quejarse por «el acoso de las fuerzas estadounidenses y los actos provocativos en el golfo Pérsico», según el comunicado oficial. Suiza es el país que representa los intereses de EE.UU. en Irán ante la ausencia de relaciones diplomáticas.

Razones económicas

Los analistas han interpretado la amenaza de Trump como una jugada geopolítica en una zona clave para el abastecimiento de crudo. Generalmente, según apuntan los expertos consultados por Efe, las tensiones en esta zona suelen derivar en frenazos en la producción del golfo Pérsico, algo muy deseado en este contexto en el que la capacidad mundial de almacenaje de crudo está al límite en un mercado «inundado» por el exceso de oferta y la escasa demanda por los parones económicos y las medidas de confinamiento vigentes en buena parte del mundo.

La posibilidad de un conflicto entre Estados Unidos e Irán elevaba la cotización del crudo.