El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que su país dará una respuesta dura a los planes que buscan distanciarle de Bielorrusia.
Rusia ha prometido una respuesta dura a los intentos de desunirla de Bielorrusia
© Sputnik / Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia
"Vamos a responder de manera contundente (...) a aquellos que tratan de tensar la situación en Bielorrusia, a aquellos que con sus coqueteos torpes con Minsk, obvios para todos, buscan desde hace años desunir a Bielorrusia y Rusia", dijo Lavrov en una rueda de prensa celebrada en Moscú tras una reunión con su par bielorruso, Vladímir Makéi.

El jefe de la diplomacia rusa denunció también los intentos de ciertos países occidentales de torpedear los cimientos del Estado de la Unión que forman Rusia y Bielorrusia.

Moscú seguirá instando, enfatizó, a la no injerencia extranjera en los asuntos internos de los bielorrusos.

Asimismo, Lavrov señaló que Rusia condena los intentos de otros países de presionar al Gobierno de Bielorrusia.

"Condenamos la presión que ahora intentan ejercer sobre las autoridades legítimas de Bielorrusia otros países, que al mismo tiempo apoyan abiertamente a la oposición descontenta con los resultados de las elecciones presidenciales", dijo.

En este contexto el ministro ruso señaló que Bielorrusia probablemente por primera vez se está enfrentando una amenaza de desestabilización tan seria.
El canciller ruso apuntó que a las autoridades y al pueblo del país "se les están imponiendo ideas dudosas sobre la mediación, incluido a través de la OSCE" que a su vez vive una profunda crisis y necesita reformarse.

Señaló que la OSCE resultó ser incapaz de "cumplir con sus obligaciones de garantizar la observación internacional de las elecciones" bielorrusas.

Además, Lavrov denunció declaraciones "destructivas" de la UE y la OTAN respecto a la situación en Bielorrusia.

A los intentos de la OSCE "se suma la tensión en la línea de la Unión Europea, la OTAN (...) y la actividad de la Alianza Atlántica cerca de las fronteras de Bielorrusia", añadió.

Minsk y Moscú, según Lavrov, no planean iniciar debates sobre la situación en Bielorrusia en plataformas internacionales.

Al mismo tiempo indicó que las organizaciones internacionales, incluidas la OSCE y la ONU, "tratan de internacionalizar lo que está sucediendo en la república" para justificar los intentos de imponer servicios de mediación.

El ministro resaltó que Rusia condena los intentos de intervenir de manera alguna en la crisis bielorrusa.
"Calificamos de inaceptable cualquier injerencia en los asuntos internos, la imposición de molestos servicios de mediación contra la voluntad de Minsk y las autoridades bielorrusas", agregó el ministro ruso.
Moscú, según Lavrov, considera válidas las elecciones presidenciales en Bielorrusia y espera que la situación en el país se normalice pronto a través del diálogo.

Provocaciones desde el exterior

Agregó que Rusia va a atajar categóricamente los intentos de organizar provocaciones en torno a Bielorrusia desde el exterior.

"Los que intentan, por todos los medios, provocar disturbios, provocar la infracción de las leyes, entienden perfectamente que este tipo de diálogo nacional les dejará al margen de la historia; por eso intentan hacer que todo termine con provocaciones extremistas, intentan provocar a las fuerzas del orden", dijo.

Añadió que Moscú va a "atajar categóricamente los intentos de este tipo, más aún, los intentos de aprovecharse de las estructuras internacionales en las que participan Rusia y Bielorrusia, para dedicarse a estas provocaciones".

Reunión con la oposición bielorrusa

Además, el canciller ruso afirmó que Rusia por ahora no piensa reunirse con representantes del Consejo de Coordinación de la oposición bielorrusa.

"Estamos convencidos de que por ahora no necesitamos reunirnos con representantes del Consejo de Coordinación, que aún no ha formulado su programa... Trabajamos con la oposición en diversos países, pero con una oposición que actúa en el marco legal", destacó.

Lavrov señaló que Bielorrusia necesita un diálogo nacional y aseguró que las autoridades del país están dispuestas a entablarlo.

"Sería un diálogo nacional que acompañará las iniciativas del presidente (Alexandr Lukashenko) y contara con la participación de obreros de empresas industriales y estudiantes... Ese proceso tendría muchas perspectivas porque se necesita un diálogo nacional y las autoridades de Bielorrusia están dispuestas a mantenerlo", subrayó el canciller ruso.

Extremistas enviados desde Ucrania

Rusia tiene informaciones verificadas sobre el envío desde Ucrania de unos 200 extremistas para desestabilizar a Bielorrusia, aseguró Lavrov.

"En Ucrania hay campamentos de entrenamiento de tales extremistas (...) según nuestras estimaciones, son unos 200 extremistas entrenados en el territorio ucraniano que se encuentran ahora en Bielorrusia", dijo.

Según el canciller ruso, las estructuras ucranianas de índole nacionalista como Pravi Séktor (Sector Derecho, organización extremista prohibida en Rusia), Trizub (Tridente Stepán Bandera), S14 y el Cuerpo Nacional se dedican activamente a las provocaciones en Minsk y otras ciudades bielorrusas.

Detenciones de periodistas rusos en Bielorrusia

Al mismo tiempo, Lavrov señaló que Moscú está preocupada por las detenciones de algunos periodistas rusos durante las manifestaciones en Bielorrusia.
"Por supuesto, nos preocupa que algunos de los periodistas rusos que trabajaban en Bielorrusia y continúan trabajando, hayan sido detenidos, incluso de manera no muy cuidadosa", dijo Lavrov.
Agregó que los compañeros bielorrusos reaccionaron rápidamente a la solicitud de Moscú y los periodistas fueron liberados rápidamente, incluso los que no tenían acreditación.

El 1 de septiembre varios periodistas, entre ellos un corresponsal de RIA Novosti — que pertenece al grupo mediático Rossiya Segodnya junto con Sputnik — fueron detenidos cerca del estadio Dinamo en Minsk.

El corresponsal de RIA Novosti informó que durante el arresto presentó su tarjeta de periodista a los agentes del orden, pero eso no le ayudó evitar la detención.

En total ocho periodistas fueron detenidos y trasladados a una comisaría para verificar sus documentos.

El corresponsal de RIA Novosti Kiril Rubtsov informó más tarde que fue liberado junto con un empleado de la cadena NTV bielorrusa. Seis periodistas siguen detenidos.

La Federación Europea de Periodistas afirmó el 31 de agosto que después de las elecciones bielorrusas 141 periodistas fueron sometidos a detención administrativa en el país.

Tras las elecciones presidenciales en Bielorrusia del 9 de agosto que le dieron la victoria al actual mandatario Alexandr Lukashenko, se desataron las protestas. El propio Lukashenko señaló a Polonia, República Checa y Reino Unido como patrocinadores de las manifestaciones.

Según el escrutinio oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya con el 10,12% de los apoyos. Los otros tres candidatos opositores reunieron juntos poco más del 4%.

La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.